Disculpáme, Mi Señorita
la finca de l
dos con atuendos caros bailaban hombro con ho
teclas del piano con gracia y precisión, cautivando a
eyendo un libro. Ella trató de concentrarse
ría pronto, así que decidió salir de la habitac
era tallada y roja para escabu
Luo? ¿Por qué se molestó en mostrar su rostro
de la habitación, escuchó a una mu
res que se reían con ella. Miraron a C
oídos sordos. Después de todo, no
us nervios. Todo lo que quería h
lo había diseñado. Lo había decorado con sus muebles favor
r, no era más que una amante. Cuando su madre falleció, Ste
uando su madre todavía estaba viva, estas perso
upado su lugar, se inclinaron ante
alto y poderoso! ¡Por qué, ella
o estaba dispuesta a dejarlo pasar, pero comenz
necesitaban apr
a se congelaron en las teclas, y los hombres y mujeres que estaban poniendo sus man
bargo, si hablas mal de mi madr
mujer. La mujer que abofeteó se q
y se alejó. Encontró un pequeño rincón en el jardín donde podía
s que puedes atraer al Sr. ¿La atención
oyó una voz furiosa que la regaña
uo. La hija
harla y continuó pasando
mosquito en esta casa! ¡Si no te hubiera compadeci
ondo. Ella pensó que Christine era arrogante y merecía ser ex
labras se levantó de donde estab
an su t
dónde cree
ne y la arrastró hacia atrás. Un pequeño cho
no de Amanda y la empujó. Miró su brazo sa
horrorizada de que Christine
bía hecho y corrió hacia ella. Levantó la
, el golpe
¡Te echaré si no me dej
brazo. Su apretón era tan fuerte que Stella sinti
ine so
ueras el dueño del lugar cuando
todas las cosas terribles que
puedes ver lo desprecia
saboreó ca
imos diez años. Tendría dieciocho años en unos p
ne ... U
hacia atrás. Amanda se apresuró a intentar ayudar a su madre. Sin embargo, ambos caían
nte se encogió de
pogeo. Christine no deseaba encontrarse con más personas y d
los momentos en que se acurrucaba co
adre todavía est
bría la puerta. Ella se
do frente a ella. Sus rasgos facial
nunca había visto a
gruesas y tupidas. Tenía una nariz afilada
padeó, incapa
nte, una expresión de disgusto