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Disturbia

Capítulo 5 Capitulo 5: Moretones que no sanan

Palabras:2103    |    Actualizado en: 13/07/2021

tra mano me limpié el lado de la boca, me daban pinchazos en la cabeza, bebimos demasiado... di la vuelta para ponerme boca arriba y noté que había dado a algo que se

os tarde a la u

, cuando se dio cuenta abrió los ojos como platos y

bo rop

os en una servilleta mientras nos sacaba dos termos con café uno para cada una, di un beso a papá en la mejilla, cogí las llaves de mi Jeep y corrimos hasta el coche, abrimos las

curiosa, Kat miró hacia

ciosa que había visto, no había nada de tiempo para resolver lo que pasó

s con sus amistades, falsas sonrisas y alegrías, ya había visto a tres p

aba dando todo y

oler el

puterío, amor. —guiñé el

tiempo que llevo aquí, diría que es una iglesia, tenía que empezar a luchar contra ese pánico interno, tenía que hacerlo poco a poco, pero el miedo me corrompía al subir mucho la cabeza por el vértigo que corría por mis venas. Noté que me chocaban el hombro haciéndome moverme hacia el

stante bonit

stada! —Me fusiló con la

y Kat me cogió

espira hondo! No quiero vivir u

os que hace 2 años me fui a lo grande cuando le rompí la mandíbula, nariz y nudillos a un estudiante de oro que iba a graduarse ese año. Se llamaba Zak James, voy a recordar ese nombre toda mi vida, sobre todo por qué él fue el responsable de que a una estudiante la violaran en una fiesta de fin de curso, le metieron droga en el vaso y cuando estuvo medio inconsciente se apr

eñó a pelear, fue al ejército lo cual siempre me ha ayudado a defenderme bastante bien. Después del puñetazo él se defendió y me soltó otro mucho más fuerte que el mío, cogí su cabeza con toda mi rabia interior en cuanto pude recuperarme del golpe y aturdida le estrellé una caja lle

ecuerdo

punta, nuestras miradas se cruzaron y él me sonrió, como era de esperar me echó un vistazo rápido y eso hacía que mi ego subiera más, me había puesto una sudadera blanca sin capucha, unos vaquero

o antes al despacho del dir

se acercaba hacia mí subiendo las cejas en for

Mills, voy a tener que e

legué al descansillo y sonreí al ver que seguía estando la misma mujer haciendo papeleo, había pasado más tiempo aquí que en clase

e p

por su

ra saber que he hecho me di cuenta de que no era la directora Andrews, era una mujer mucho más joven. Estaba un poco agobiada por tantos papeles y cajas

erdad? Me han pasado como un

é, solo subí las cejas en modo de sorpresa irónica, s

y a decir tal cual es, estás en las clases de canto y en el coro, pero después de lo que p

irada más qu

atreverme a cantar en

harme solo por una pelea

se y colocó sus gafas de cerca.—También dice que diste un puñetazo y le rompiste la mandíbula al instante, que le tiraste al suelo de la fuerza y que... —Me miró

la silla agotada

o me uniré al coro

respecto, no tenemos mucho tiempo, pero te diré que solo

erdo se

ijo con una sonris

rectora, la reco

s. —asentí con m

coger mis cosas y enfrente v

cer ahora...se tiraría por la ventana si le cuento todos mis

ncendí un cigarro, que bien sentaba cuando el 78% de tu cuerpo era estrés. Me encogí de hombros al notar una presenci

ral— tenemos dos opciones, tragarnos las últimas dos clases que nos quedan

o miró por encima de mi hombro y se le tensó la mandíbula, me miró

chico?—seguí mirando a Myles y

us ojos pidiéndome disculpas, me reí al escuchar eso. Ap

e la respondiera. Y eso ya m

ombro y se la quité lentamente— pero no soy la persona con la q

al oír esas palabras de mi boca, yo también le sonreí sin saber que plan tenía hasta que vi como cogía su coca cola y me la tiraba po

favorit

la mochila del brazo en la que la tenía colgad

mientras intenté respirar hondo para relajarme,

an —su mirada estaba llena de fu

ciendo mi nombre, ahora tenía el brazo cogiéndome del hombro y haciendo barrera

reventarte la cara a ostias, no has ganado nada,

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