Disonancia
ment
mos n
nconsciente en la ca
uenta para que nadie notara lo que estaba ocurriendo. No podía dejarlo tirado ahí a morir. O sí podía, claro que
cuando despertó sentándose como si
arrarás los puntos si vuel
lo volví a su posición, pero lo empujé con un po
rda estás
devolviend
vista general de la habitación. Kent hizo lo mismo en mi cama, pero se movió lento y su rostro dejó es
mpo estuve i
más pri
, uno
mierda -
. Se quedó así por lo que pareció una eterni
nté con una sonrisa en el rostro, pero que
idé lo much
a olvidar. ¿Cómo está
revi
que no le atrave
alación salió d
as hecho ya e
¿Cuánto ll
ir mi vida amoro
le dije mirando mi pequeña habitació
u frente. Había logrado mi c
día me besó y ya está
lación con esa
insufribl
a a
tenga la capa
bastardos que ll
callas nunca? -
a mis a
o podía tortúralo físicamente, pero podía hacerlo así y sería igual de divertido. Pas
rendiste
jos que siempre tenía cuando me inspeccionaba, qu
qué h
e derrotaste a cuatro de nuestros hombres hasta
ez, así que tú tampoco estás tan mal, ¿c
sma manera que aprend
pido en el movimiento que te h
rotaría, pero cada vez te levant
rque l
e abierto esa puerta
o hasta que
, ahora parecía más div
estuvo involucrado en la muerte de mis padres. Aún quería matarlo, claro está, pero solo con esa
rán si no descansas y patearte el cul
ca que no vol
, puede q
un fas
han dic
guir escuchando tu molesta voz. -Volví a escuchar cierta d
e una vez -
ta para descansar un momento, pero sin perderlo
nombre -habló bajo, s
hablar que ahora me e
paré rápidamente
quedado
o er
y en menos de un segundo tenía el cañón bajo mi mentón mientras mi cuerpo era presionado por
ación continua, la mayoría de las personas están durmiendo, podrás contra ellos, los guardias no llegarán a tiempo. -Vi la determinación en su rostro y yo acerqué el mío para presionar más el cañón bajo mi mentón-. Hazlo, pero quiero que sepas que al matarme nad
retrocediera unos pasos. Nos mirábamos furiosos, nuestra respiración dejaba ver lo mucho que queríamos matar al otro, pero e
rúzala, dentro habrá dos más, cruza la de la derecha y sigue por ese pasillo, te guiará hasta la salida trasera, no habrá nadie, los guardias están custodiando las otras dos. Al salir tendrás que saltar nuestros barrotes, procur
to o solo era una trampa para que lo atrapasen. No me importaba lo que pensara, quería sacarlo de mi habitación, viv
cuchar nada de mí giró un poco más su cabeza, pero no me miró-. No estu
a comenzaron a burbu
dije cargad
dentro, intentando esconder una lá
puerta lo escuché bajo, tan bajo que por
si
como una niña pequeña y todo comenzó a envolverme como un torn
edí de ellos sin saber que sería la última vez que lo haría y en como mi corazón se rompió con cada palazo de tierra en su sepultura. El pecho m
e adentro, para recargarme c