Amor destrozado, el reinado de un monstruo
/0/21067/coverbig.jpg?v=278e3fa6f9f9699cc0fd60b209088b6b&imageMogr2/format/webp)
e mi esposo, Christian, eligió a la mujer que
con publicar nuestros videos íntimos si no
iente. Me empujó por las escaleras. Me obligó
mentiras de su nueva amante, me secu
un látigo, creyendo que yo era una simple sirvienta si
econoció a su
ientras yacía rota y sangrando, hice un juramento. Sobreviviría a esto
ítu
vista de
ristian Valente eligió a Bárbara Montes por enc
ó a verme. Sus pasos eran firmes, demasiado firmes para un hombre que acababa
dicos me habían dicho que descansara, que guardara luto. Pero, ¿cómo podía descansar
e lo que había perdido. Entonces, Christian regresó. No para tomar mi mano, no para consolarme.
contra Bárbara -dijo. Su voz er
tó la res
Qu
do el accidente que me robó a mi bebé, que casi me roba
e daba
taba borracha! Se pasó un alto
ra cayendo sobre m
ijo que era la prime
eí agotadas, comenza
esa mujer le robó el primer aliento
amente. En su lugar
dría hacerte esto
Los videos íntimos, grabados en momentos de
s -susurré, mi v
s de adoración, ahora e
ba. Retira los cargo
me, con humillarme públicament
cada fibra de mi ser. Había creído en sus grandes gestos, en su insistente c
n la mano temblorosa. Era una solic
sostener la pluma. Las palabras se veían borrosas en
decir, la desesperación en
z un murmullo baj
ada, Elena. Demasiado pasado. Bár
obsesión, una corriente oscura bajo su encanto. Yo, una divorciada, la h
fecto que una vez mostró. Se sintió
ejor. Pa
peso aplastante de su traición. Mi bebé se había ido. Mi esposo se