icon 0
icon Recargar
rightIcon
icon Historia
rightIcon
icon Salir
rightIcon
icon Instalar APP
rightIcon

Amor destrozado, el reinado de un monstruo

Capítulo 3 

Palabras:1323    |    Actualizado en: Hoy, a las 11:21

vista de

ante una pequeña lápida recién colocada en un rincón tranquilo del Panteón Francés. El nombre tallado allí, "Valente", era lo único que me

saría nuestro bebé. Su apatía era una herida que se negaba a sanar. Mis dedos trazaron la piedra lisa

mi vientre hinchado. "Lo llamaremos Alejandro", había dicho, "un nombre de guerrero. Lo protegeré de todo, Elena. De

to sus promesas conmigo; las había roto con nuestro hijo nonato. Había el

ia. Se me cortó la respiración. Christian. Y a su lado, ella. Bárbara Montes, con un aspecto recatado e inocente

. Se detuvieron, no en la tumba de mi bebé, sino en una parcela genérica y sin marcar cercana, de

uí? -exigí, mi voz agud

Bárbara, al verme, se aferró al brazo de Christian,

su tono irritantemente plácido-. Solo es

én? ¿A su conciencia? ¿O a la mentira que han construido? -Mi mirada se

se est

uise que pasara nada! -Comenzó a sollozar, e

nsó. Acercó a Bárbara, su brazo

na. La está

incredulidad-. ¡Ella asesinó a nuestro h

os bri

como tú. -Me empujó con brusquedad, haciéndome tropezar hacia atrás, mi ca

plotaron detrás de mis ojos. El dolor era abrasador, pero las palabr

rité, las palabras desgarrando mi garga

agarró por los hombros, sacudiéndome violentamente-. ¡Él era un inconveniente! ¡Un probl

nveniente? El hombre que había acunado mi vientre, que había prometido una protección f

golpeándome como un golpe físico-. ¡Te enamoraste de ella mientr

se apretó, sus dedos

¡No sabes de lo

demasiado fuerte. Mi visión se estrechó. Puntos negros danzaban ante mis ojos.

sus ojos: un destello de pánico, un segundo fugaz de horror. Estaba perdiendo el con

ndo por aire, agarrando mi garganta ardien

no para ayudarme, s

ó, un triunfo venenoso en sus ojos inocentes-. Solo es

cia mí, su voz got

hristian. Ha sido tan bueno conmigo, tratando de ayudarme a superar mi tra

para el alma de mi bebé", una pequeña oración simbólica que había elaborado minuciosamente para mi hijo, con

n el papel. Una sonrisa cruel jugó en sus labios. Leva

Me abalancé, una oleada de adrenalina recorriendo mi cuerpo maltr

adeó, ret

me, Elena? -Tropezó hacia atrás, chocando deliberadamente con la lápida

ó el talón directamente sobre mi dese

na, un brillo triunfante e

. La última esperanza de m

cioso cementerio, agudo y fuerte. La cabeza de Bárbara se e

una conmoción fingida, luego se desplom

dijo a nuestro bebé! ¡Dijo que nació c

lágrimas corriendo por mi rostro-. ¡Fue

a atrás, su rostro con

es que puedes venir aquí y profanar este lugar sagrado con tu amargura? ¡Bárbara está esperando

tal desdén absoluto, que se sin

aprobaría esto? Eres una arpía patética y celosa

Lo miré, al hombre que una vez había amado, al hombre que ahora era un extraño. Se

de esperanza y amor, era

Obtenga su bonus en la App

Abrir