Ocultándole Mi Embarazo Al CEO
era un document
pesaba casi tanto como la carpeta médica de su madre. La asistente de Caín, la eficiente rubia de voz robóti
la asistente. -El acuerdo de confidencialidad y las sanci
ivia no reconocía (¿alemán? ¿turco?), su voz era un murmullo autoritario. Ella se sentó de nuevo en el
Caín Foster, resultaría en una demanda de diez millones de dólares y la anulación inmediata de todo pago. La cláusula final de esa sección, escrita en negrita, era una estoca
de incumplimiento y su única esperanza. Si Caín lo descubría, no solo perdería el dinero para la operac
n la pluma de oro macizo que la asistente le ofreció. Cad
nción de un auditor, sus ojos metálicos escudriñando el papel antes de f
e. -Los quinientos mil han sido transferidos a la cuenta fiduciaria que proporcionaste. E
ión?- preguntó Olivia,
-No necesito que vayas a despedirte de un apartamento. Ya no existe ese mundo para ti
os para dejar atrás toda su
La ciudad se transformó de rascacielos a barrios resi
stas a toda la urbe, era menos una casa y más u
cina de Caín se había mudado con ella, amplificado por los vastos espacios. El vestíbulo de dobl
no por una mujer. Alta, impecablemente vestida y con el cabello rubio oscuro pe
ida, como el filo de una navaja. -Soy Süreyya Foster, la tía de Caín. Y te
asustada, sintió un arreb
. Pero mi nombre es Olivia,
ió, un so
ónde vienes. Y sé que este matrimonio es una farsa para el Consejo. Caín necesita estabilidad, no una oportu
endo la necesidad de decirle que ella
ciosa que tomaba las maletas (que el chofer había traído del coche). -Tus habitaciones están en el ala este, lejos de l
a comprado, sino que la había arrojado a un nido de víboras. El verdad
apoyó contra una pared de seda fría y se obligó a respirar hondo
lgo, y necesitaba
antes, estaban inyectados en sangre. Su cabello rubio parecía apagado. Pero lo que más la asustó no fue
ientre abultado y susur
. Por un año, nadi
la puerta la hizo
segúrate de usar algo que cubra tu...- Caín la miró fijamente a la cara,
gran desafío: presentarse como la perfecta Señora Foster ante e