El Juego de Venganza de la Novia Fantasma
de
s y dientes para sobrevivir, el que me había robado cinco años de mi vida, se estaba agotando. Tres días. Y Da
turas monstruosas y soportado el hambre, todo mientras me aferraba al recuerdo de Damián. Él era mi ancla, mi razón. Había rechazado cada tentación, cada op
ncia. Porque el juego prometía un regreso a mi realidad, a él. Y sabía, con cada fibra de mi ser, que mi soporte vital, el equipo médico real
Mi tobillo roto palpitaba, un dolor sordo e insistente que amenazaba con
pesadamente en el recién formado derrumb
r qué harías esto? ¡Cinco años! ¡Prometiste buscar dura
ún lugar más allá de mí, su mandíbula tan
fallando. -Mi voz se quebró. Observé su rostro en busca de cualquier destello de
silencio pesa
detrás de él, encontrando otra mano. La mano de una mujer
on. De pie justo detrás de Damián, medio oculta por su ancha figura, había una mujer. Era pálida
ferrándose a Damián como si
os. Sus ojos, cuando finalmente se encont
. Sin emoción. Sin arrepentimiento
i imperceptible bajo la blusa holgada de Carl
revolvió. El mu
do entre Damián y yo. Sus ojos se lle
temblando-. ¿Cómo pu
de nuevo a mí, con los oj
va. Siempre. Siempre int
za daba
qué? -log
suficientemente clara-. Robaste mi propuesta de investigación, la hiciste pasar por tuya. Me quitaste mi lugar en la misión de agu
on una furia artificial, agarr
jo! ¡Y otro bebé en camino! ¿Qué clase de mons
riciando su cabello. Se volvió hacia mí, su rostro endurecido po
mpre fuiste cruel con Carla. Intenté advertirte. Pero nunca
luego de nuevo a mí. Su vo
lastimes, Eva. N
e nuevo, luego miró la en
uier remordimiento real-. Solo tres días. Nuestra boda
y tierno. Un beso que me robó el último aliento. Mis piernas se sentían como plomo,