Seducida por el Tío de mi Esposo
o! -dije, tratando de zafarme
u olor... por la Luna, su olor me envolvía co
se -murmuró Alaric, su sonris
ir nada, sujetó mi barbil
ra fuego, posesivo, hambriento. Sentí cómo su lengua invadía mi boca y me dominaba
por cor
s recorriéndome como si fueran dueñas de cada centímetro de mi piel. Nuestros cuerpos ard
idos desvergonzados, la cama crujie
e duró... toda l
alpitante y el cuerpo adolorido. Apenas podía
es había deseado que me m
é, con las lágrimas
trujó al decirlo.
n... Lu
ero creía que era él. Por fin. Por
s la voz me c
ritaria-, abre los o
tarme la barbilla,
s ojos s
era
a verdad me de
icionera, volvió a pronu
ucí
apretó lo
peando con fuerza la cama a
mí. Lo siguiente que supe es que estaba en
a, sus manos lavándome c
quería
ecó, me envolvió y me l
onsciente -escuché su voz antes de
té en l
cuerpo a mi lado. Musculoso, fuerte, varonil. Vi cómo
che volvieron como
é haber v
cían!
me congeló cuando
N
ra Lu
s tú? -susurré, cubri
ico me
? Qué cruel eres -se burló él, con esa sonrisa ladina q
erfección de su cuerpo me hizo
.. ¿de qué te avergüenzas? -se ac
gruñí, furios
miré
nes. Esa le
, el horror
atraganté, el corazón a mil
malicioso,
la otra vez y me
stremecer-. Sí, soy el tío de Lucían -dijo, y noté en su mirada
... mal
golpeaba las costillas con fuerza. Tragué saliva, pegada co
medio con Lucían -soltó, con esa sonrisa torcida que me revolvía el est
se me vi
primera vez
... él. Ese hombre de traje negro, arrogante, que no se molestó en fel
c Lanc
el extranjero?
ó una ceja, divertido-,
edado con un amigo en el Bar MC tras aterrizar
é he
tado con el
sesperada por poner distancia, pero mis pies torpe
despistada -suspiró él,
e zafé como una liebre as
eé antes de cerrar la puerta
é de forma rígida hasta la ducha. Abrí el grifo de agua
a contra la pare
a mirar a Alaric a la cara después
rra
ontra los azulejos, en la habitación contigua Alaric recogía las sábanas. Sus dedos largos y firmes se deslizaron por la
Encendió un cigarrillo con la calma de quien no tiene prisa, de quien sabe que el juego apenas comi
matrimonio de Lucían y Selene -o
igarrillo para recibir la información. La
. La había dejado sola. Y, peor aún, habí
tido blanco impecable y una sonrisa tan inocente que parecía fuera de lugar entre aquella famil
e la mesa con los
bía buscado consuelo en cualquier des
lo sacó de sus pensa
ona no registrada in
varon en una sonri
uiere
ia, sin molestarse en di
nos temblorosas y su rostro pálido como el papel. Sus ojos vigilaban la
abre? -murmuró
aric se deslizó detrás de ell
irte sin
e se c
su pecho como un tambor de guerra. Sintió su presencia antes de verlo, e
n cerca que su aliento r
-susurró, con esa voz ronc
patoria. Se giró lentamente, intentando reunir
lo de anoche? -pidió, con un
rada depredadora de quien ya ha cobrado su pi
ó, con una sonrisa fr
un mechón húmedo de su cabello,
. Pero anoche no fu
s piernas flaqu
¿cómo sal
biado para siempre... y que con Alaric Lancaster, un