La Venganza de Su Princesa de la Mafia
de S
de la habitación del hospital se abre. Isabela entra, apoyándose pesadame
hacia él, sus ojos abiertos y suplicantes-. Por favor, no culpes a Sofía. Fue un acciden
a. La hace parecer compasiva mientras le
e a un abrazo protector,
ás de mi lado
a en sus ojos se ha ido, reemplaza
ia requiere un
me golpea como un golpe f
pero dos de sus sicarios que habían estado de guardia fuera
Es la cara que pone cuando está a punto de destruir a una
anlos
e mundo brutal, son arrastrados a la habitación. Son forzados a a
to? -pregunta mi pad
fríamente, sus ojos fijos en mí. Asiente a uno de s
, debatiéndome contra las
s toques! ¡C
illa, su agarre como el a
ntímetros del mío-. ¿Por qué te a
l grito de agonía de mi madre. Me desgarra, un
ricamente-. ¡Isabela me empujó! ¡Te estoy dici
la cara de
su voz plana. Le cree a el
vez que me dijo que mi palabra era la única verdad que necesitaría. E
zo, Isabela me mira, una son
cula, las palabras silenciosas u
mis padres hasta que guardan silencio, sus cuerpos d
rito -murmura Isabela, fi
de cristal, y la saca de la habitación, pasando por encima
e la cama y gateo hacia mis padres, mis lágrimas
voz poco más que un susurro ro
ayude. Él niega con la cabeza, sus ojos lle
l Don son claras. No hasta que te hayas disc