Venganza por mamá: Destruir su mundo mafioso
vista d
todo su círculo brillante y frío en cada red social, silenciando metódicamente palabras clave y bloqu
na amiga. El mensaje era una sola imagen: su mano, descansando sobre la de Damián, con un enorme diamante a
rar una foto de dos extraños. Tomé una captura de pantalla, la guardé
Doña Carmen, la vecina, trajo una lasaña, sus ojos llenos de una
mián. Merodeando, preguntando dónde estabas. Le dije que se largara. -Hizo un ge
jando un trozo de
n en voz baja-: "Mi Alessia merece más que un
o -admití, las palab
mano cubriendo la mía-. El mundo es muc
ábamos en unos columpios en un parque. Él me empujaba suavemente,
s manos en mi espalda. El sueño no había sido un consuelo; había s
uesto en el cajón de cachivaches de mi madre, mis dedos
ntes. Para César, el
rio eran claras: "Se recomienda bozal para paseos en público y consulta de comportamient
tió. Y Damián... o creyó su mentira o, peor aún, simplem
ago sonó. Un número que
stración-. Necesitamos hablar sobre la herencia de tu madre. Y el
es -dije, mi voz plana-
ue no lo tienes? -exigió,
rías haber cuidado mej
za final del rompecabezas, encajando en su lugar. Confirmaba todo lo que ahor
stado cristalizando en una decisión f