Entre el amor y el arrepentimiento
edó sin color, dejándola
ia: que terminara con el embarazo. La indife
¿tienes que ser tan despiadado?". Su voz temblab
ra un gruñido profundo e inquebrantable. "Nuestro matrimonio n
z de soportar el dolor del rechazo. Una tr
desafiante y firme resolución: "
se quedaría con el bebé, no
que su papá era solo una pa
veas así. No te encuentras bien. Tómate un tiempo para desc
habitación de Sadie, y su silu
Sadie apareció en la em
la debilidad. Por más agotada que se sintiera, ten
al departamento de secretaría justo después de sa
to casi a todos, excepto por el asistente de Noa
secretaría, notó una multitud apiñada frente a la sala
la que tanto se habla: la su
ial! Y no olvidemos que por ella el señor
ocen desde niños, d
ace un momento; ni una sola reprimenda. S
omo asesora jurídica principal privada de
.
ilada y helada que golpeaba a Sadie, desgar
or que él sentía por Kyla, un amor recorda
pletamente in
us uñas se clavaron en la carne de sus palmas, un c
as de celos, e intentó concentrarse en sus tare
como un eco incesante, burlándose de e
as náuseas la
te, su silla chirrió hacia
toda potencia. El sonido del agua corriendo e
tar salvo bilis amarga, sintió que la agit
ota era un pequeño shock para su sistema
s pasaba, vio que la puerta de la sala de juntas estaba ligeramente a
ante, en una pose que hablaba de
y sus ojos brillaban con una mezc
rozaban, proyectando la silueta íntima d
se sintió como una sombra o
sido la que estaba fuera, mirando hacia de
lencio, trazando un camino
a maceta, haciéndola caer al suelo co
Sus ojos se posaron en los de Sadie, fijándose en ell
za y abrumada por sus sentimien
abrumadora, y Kyla, rápida co
oah era cortante, cargada de un
e Kyla descubriera l
rando una sonrisa azucarada mientras
ta que flotaba en el ai
n era
al saber dónde se encont
de Noah se tensaron, un destello de disgusto cruzó su
una em
te en los oídos de Sadie,
a sombra dentro de las frías e implac
de hablar, se dio la
da arrogante y provocadora, con los ojos brillante
, como si estuviera en medio de u
ornada laboral, una llamada inesperada de su ab
que nada, sueño con el día en que te establezcas, con un cónyuge cariñoso e h
lidad, Sadie se encontró tragando saliva co
a estado ahí para ella, era completame
e la boda: más allá de la junta directiva,
nticipó el re
estado trabajando en silencio p
na cosa quedó clara: su promesa a Laura de
se suponía qu