Golpe de suerte: El heredero perdido vuelve a casa

r que compré para ti. Échale u

dad de Rinas estab

calles, y muchos jóvenes vestidos a la moda habí

Lo observaron con curiosidad mientras se acercaba a una chica y abría

emestre. Ahorró casi todo su sueldo, viviendo con lo mínimo, para poder compr

ctuosa, esperando que el rostro de ella se il

s miró el celular, resopló con desdén y

amó su pretendie

na expresión fría. "Horace, por favor, no vuelvas a

on todos los prese

tentaba cortejarla, pero había sido rechazado con contun

, dime si te ofendí en algo. Así podré discu

e quedó perplejo. Había planeado este momento durante todo el semes

que llevaba mucho ti

desayuno a diario, la ayudaba con los apuntes, se aseguraba de que no se

taba todos sus regalos, e incluso

ado el sí, para sus com

toria, le pareció el momento ideal para de

a. Pero jamás esperó que Ama

ión altanera, añadió: "No quiero que él piense que hay algo

ía que era tu novio!", excl

ones, Horace. Sol

"Solo fui amable contigo. Mírate. ¿De verdad

compré esto como una

volvió a ofrecerle el celu

re de trabajo y sacrificios, e

rato cayó al suelo. El sonido del golpe hirió a Horace

darme esto ahora?",

so fue al principio del semestre! Y tú no lo c

mueca de superioridad, sacó de su bolsillo un iP

io. Cuesta más de mil dólares. Esa cantidad es

corazón hecho pedazos. Se agachó pa

un joven de su misma

emprano. Vámonos, ya re

un saltito infantil y se volvió hacia Hora

e preparatoria, Addy Moran, uno de los chicos popul

y lo tomó del brazo. Se puso de punt

le preguntó con una sonrisa siniestra. "Una vez te ofrecí diez mil dólares para que me ayudaras a conquistar a Am

o que la drogara para poder acostarse con ella. Había pensado que Horace, por ser pobre, a

a expresión de traición

ia o te daré una paliza que no olvidarás",

etona en el trasero a Amaia y

ó Horace antes de qu

irándolo con aire de suficiencia, c

arrojó el celular roto, que golpeó

maldito celular!"

ijo Addy, sujetándose la frente. El dolor era tan int

ó y gritó: "¡Pero qué demonios, Horac

un puñetazo en la cara, g

devolvió el ataque con una patada en el abdomen. Su zapato po

se están p

que el drama terminaría ahí, se sor

a ellos les encantaba. Animaban a los dos con apla

control, pero reaccionó en seguida. "¡Detente, Horace!", gritó, y

y Horace no se percató del último grito de Amaia hasta qu

cuperarse, Addy lo derr

voy a dar una lec

atearlo y golpearlo en el suelo, y Amaia

loviendo sobre él, se acurrucó en el suelo en posi

orir si la paliza continuaba, algunos hombres se adelantaron y

y fuerte patada a Horace antes de que volvieran a inmovilizarlo. "Perdedor, q

upió y se fu

ndo. Le ardía todo el cuerpo por los go

e. Amaia había despreciado su afecto porque él no tenía dinero

un dolor en el pecho como si l

Amaia durant

había adorado el suelo que pisab

os se habían ido por el desa

a las mujeres. Pensó que podría ganarse el corazón de

final, ella misma l

cero?', se preguntó en su corazón. ¿Por qué tuvo que nacer p

somaban a sus ojos. "Vaya, qué perdedor. Me acaban de dar una paliza

samientos, los espectadores que quedaban suspi

culo había

en el suelo, con

finalmente se levant

a con fuerza. El dolor en su cuerpo se inten

patadas más dolorosas habían sido las de ella y sus

desal

tembloroso para volver a casa, pero se

pantalla: era un n

con la pantalla rota

eguntó una voz masculina y respetuosa al

r War

í en su vida. Pensó que d

: "Soy Horace Warren. Por favor, no pierda su tiempo

a responder, pero el celular volvió

mismo n

malo, así que rechazó

otro lado no se rendía: e

alguna razón, terminó aceptando la llamada. Quizás porq

.", rogó el hombre en cuanto Horace c

stencia. Si me hubieras llamado ayer, quizás

no...", el hombre

lar con lo que me quedaba. Quería dárselo de regalo a la chica que amo, pero ella lo rechazó

línea guardó silencio, escuch

soy más que un pobre perdedor. Si intentas

tiendo que se había quita

e saber que no es un pobre perdedor, sino una de las personas más nobles del mundo. En cuanto termine esta

celular para contener su ira. Se giró hacia sus hombres y ordenó: "Preparen el

u celular, confundido. No enten

¿Cien millones de dólares? ¡Qué ridículo! Ese ti

ular vibró y la pa

talla rota: "Su cuenta bancaria ××××××1235 ha r