La Dulce Venganza
sa se volvió mucho más fría de lo que solía ser. Con un recorrido por la casa, de
u habitación, se metió en la
poniente brillaba a través de las cortinas entreabiertas en la hab
ente las escaleras. Aunque durmió bien después de permanecer desp
Joan de repente abrió los ojos y
oscuro, apoyó su cuerpo alto en el sofá. Sus oscuros ojos negros la
placiendo al hombre. Sus ojos estaban llenos de entus
té. Las palabras "acuerdo de divorcio" estaban en el papel. Con su rostro
bía observado el afecto de Joan hacia él y asumió que ella simplemente había querido llamar su atención a través de tal
no que también había pedido el divorcio. Era el joven maestro de la familia rica y poderosa. Sin em
resentó fuera tan eficiente. En el camino para entrevistar a Darren, hizo una llamada telefónica co
ero un d
e averiguar si ella est
abía sido un error desde el principio. Ella le dijo: "Scott, firmalo ahora. Después de que nos d
o plazo. Joan estaba dispuesta a deshacerse de él antes. En los últimos tres años en prisión, casi lo había desc
avía era
es del matrimonio fueron notariados y los bienes después de casarse se distribuyeron claramen
que ella los obtuviera, todas las propiedades se utilizaron para encubrir la bancarrota de la familia Gu, incl
ra de Scott, n
do y dijo rotund
ra más delgada que hace tres años, pero su rostro seguía tan delicado y hermoso como
mperamento y cultivo eran considerados muy superiores entre los socialites. También fue un mome
de la prisión, sintió que algo era diferente. La forma en que lo miraba
tumbrado a est
grafo, pasó a la última página del acuerdo
día ver era la escritura familiar de Jo
s. No esperes recibir u
rápidamente. Joan sintió que el calor de sus dedos le quemaba el corazón. Aunque se había dicho innumerabl
nero? Desde el primer día que lo conoc
agua en sus ojos. Su corazón di
arrepie
y se volvió. Sacó una tarjeta de su billetera, se la arrojó a Joan y dijo: "Tómela. As
su sangre estaba hirviendo. Sabía
la casa de Gu se abrió y entró una dama elegante. Sus ojos largos y estrechos recorrieron a la
s divorc
ott. Ella lo miró con frialdad y dijo palabra por palabra: "Scott
aron con codicia. Se apresuró hacia Joan en dos o tres pasos y agarró la tarjeta de su propia