Su Traición, Mi Venganza Mafiosa
Ales
gueteaban torpemente con el primer botón de su camis
stás haciendo,
en esta casa", dije, sin apartar la vis
nidad de nuestra familia". Su voz era baja, un gruñido peligroso que ante
mbro de Valentina. "Ella lleva al hijo de Marco. Es mi deber cuida
r. Hablaba de deber mientras faltaba al respeto a nuest
. "Has dejado claras tus prioridades. Así que
nuestro mundo, el matrimonio era un sacramento, un contrato vinc
segundo, pensé que realmente podría ver el
n gesto despectivo con la mano. "¿Quieres un coche nuevo?
tenía idea de con quién estaba tratando ahora. Toda
lla. Su labio inferior tembló. "Oh, Santino", susurró, con la voz ahogada por una pen
e manipulación, y Sant
caba toda su atención. La atrajo hacia sí en un suave abrazo. "
za de Valentina, sus ojos llenos de acusación.
spués de que pasaste la noche masajeando sus pies en mi cocina?". Las
iosas se convirtieron en sollozos estremecedores. "No puedo quedarme aquí", lloró contra su pech
de llevarse el último pedazo de su hermano mue
cho de que yo todavía estaba en la habitación. Ignoró
le murmuró, su voz una promesa grave. "
Le había dado mi hog
ndo su cabello, susurrándole palabras de consuelo. En es
sa, murió. Y Alessia Garza, la rosa con espinas li