Su Vida Secreta, Mi Confianza Rota
dra So
en protesta, el dolor sordo en mi abdomen un recordatorio constante y brutal del vacío que ella había ayudado
ón nauseabunda. Me trajo flores, lirios, a los que sabía que era alérgica. El aroma empalag
mi voz plana mientra
ia cruzó su rostro antes de ser reemplazado por su fam
irios. Llevamos tres
ido, la completa falta de un pensamiento genuino. No
nando hueca y ensayada. "Mi mente está... por tod
o, Eduardo?". La pregunta s
idez desapareció de sus ojos, reemplazada por una distancia escalofriant
ivo jarrón de lirios y lo estrelló en el bote de basura. "Estás de lut
decir una
los dos día
departamento corporativo temporal cerca del hospital. El lugar era estéril e impersonal, carente de toda l
nuestras manos entrelazadas de hacía una semana con la leyenda: "Mi todo. Mi roca". Los comentarios era
e miraba como a una hija. Sutilmente había envenenado mi mente, convenciéndome de que Gabriel no aprobaba nuestro matrimonio, que estaba tratando de retenerme. En mi estado de ceguera por amor, le había
volvió borroso. Me derrumbé en la cama desconocid
mí, aflojándose la corbata. No preguntó si tenía hambre o cómo me sent
ha, vi su teléfono sob
no más esperanzas de un erro
rsario. La contraseña que una vez se sintió romántica ah
que debía ser Jaime Casas, un ejecutivo junior y primo lejano en Corporativo Cárdenas- estaba allí en b
El matrimonio fue una transacción comercial, orquestada por la madre fría y calculadora de Eduardo, Diana. Su
tal como había dicho la enfermera. Lo habían planeado. Habían hackeado lo
nal fue el ti
osas. Una vez que tengas el código, puedes sol
. Alejandra es más fuerte de lo
completo una vez que ya no fuera útil. Y el hijo que había perdido, el hijo por el que estaba de
vida, nuestro amor, nuestro hijo, todo era una mentira. Una actuaci