El magnate arrepentido quiere una segunda oportunidad
rostro de Jaylynn, que mostraba una expresión de fingid
strado al nuevo salón de belleza de su tía, insistiendo en que fuera su modelo de prá
rred como si le perteneciera. Mantuvo su sonrisa mientras le dedicaba a Thea una lenta mirad
o la cabeza: "Algo más sencillo
sencia imponente que estaba a su lado, y le preg
parecer que ella, y no Thea
a clavícula de la chica. Luego frunció el ceño, como si la
tan callada y reservada, no debía ll
ó un brazo por los hombros a su amiga y dijo: "Tiene un cuerpazo
urlona. "¿O es que prefieres que esconda esa figura espectacu
a al brazo de Jerred, mientras hablaba con voz inestable: "Es cierto...
asta convertirse en un susurro. "No pue
voz quebrada. "Pero no estoy celosa, te lo juro. Solo pensé que el vesti
os. "Qué actuación, Jaylynn. Ll
n desprecio evidente. "Sabes perfectamente s
Brielle, Jaylynn rompió a
ún más y su tono se volvió gélido. "Di
o unas palmaditas en las manos temblorosas de Jaylynn para consolarla. "No llo
stello de ternura en sus ojos, una mira
a de dolor le at
ferma, agotada o sufriendo en silencio; su mirada siemp
se debía a su naturaleza reservada, a que
ómo miraba a Jaylynn
mirada marcó la diferencia en
na estúpida después de haber desperdiciado
dió, quemando el silencio
e enorgullece de ser un hombre de negocios tan experimentado y perspicaz, segurame
se entrecerraron,
se queda de brazos cruzados, ¿por qué mi amiga no puede s
los murmullos de los
s abiertos de par en par, incapaz de
omo su amiga, perdió esa chispa tras la muerte de sus p
ielle salía en su defensa, solía jalarle de
fácil tragarse los insulto
espalda recta, y su tono, cargado de una frus
o era un cualquiera: era Jerred, el h
ampoco esperaba tal r
más su tono. "Veo que mi madre tenía ra
oportando cada ofensa en silencio, pero.