Recuperé lo que es mío
y no puedo apartar la mirada de é
. Sé que no me miran a mí, s
o para aferrarme a él como una adolescente excitada. "Tómam
en que me mira, como si yo fuera la única muj
besarlo, rodeando su cuello con mis brazos. Él me correspond
absorta en el momento, si
susurra, con la
y reconfortante. Sin decir una palabra, nos entendimos a la perfección cuando nos paramos
s de mármol pulido que reflejan la luz y una escalera que asciende con majestuosa eleg
Él se da cuenta y, sonriendo con picardía, me hace saber que es conscient
ente antes de rozarme el pecho con la mano. Me estremezco ante su tacto y nuestros
ntras las suyas exploran el mío,
cejeo con la hebilla de su cinturón. Él se quita la rop
admiración. "Eres deslumbrante", dice, ha
me deja caer sobre el suave colchón. Él me sigue y n
dedos tentando mis pezones hasta
ose contra él, desesperada por más. Me sujeta con f
stros cuerpos encajando como si est
ada caricia, pero pronto nos perdimos en el ritmo, mov
ente, acelerando el ritmo hasta que estallo en éxt
e mí. Me besa lentamente la frente mientras yace en sus brazos y me qu
eza insoportable. Miro a mi alrededor y entro en pán
a encajar. Al recordar dónde estoy, los acontec
que se cuela por las cortinas proyecta un cálido resplando
divino mientras duerme. Algo en él que
ra no despertarlo. Se mueve un poco, pero no se des
me visto. Le echo un último vistazo al hombre,
de noche junto con una nota, si
anterior inundan mis pensamientos. Pen
as yo corría por la acera, protegiéndome
levanté la vista y vi los ojos más
artamudeé, con el co
us ojos fijos en los míos. Estoy segura de que sabí
nuestros caminos se cruzaron de nuevo du
rse cuando se acercó. "Hola
o cómo el calor me subía a las
ijo, sonriendo como si supiera perfe
blanco ante sus palabras. Al estrecharle la mano, hubo algo
o matrimonio en la cima de la Torre Eiffel. Siempre había soñado con que me lo pidieran
él congeniaron de inmediato mientras habla
ahora sus palabras me persiguen. Estaba tan c
a Jake y a Nathalie así? Creí que
aición de todos, del rechazo de mi familia.
da. Las lágrimas corren por mis mejillas mientras deam
un puente, mirando hacia el río que fluye debaj
s: "¡Por favor, no saltes!". La voz son
con los ojos desorbitados por el miedo. Vacilo, con un pie que se ci