Su Omega Repudiada, La Perdición del Rey Alfa
de E
as por una claridad helada. Mi loba interior, que había estado gimoteando de dolor, se quedó en silencio. Er
nuestra extensa y estéril mansió
nectada de ti. ¿Puedes quedarte en casa mañana? Por favor. Solo
sus planes fueran frustrados, rápidamente enmascarada por la fingida preocu
lida sonrisa. Jugaría el papel del Alfa que sacrifica sus
tación. Luego, me deslicé fuera de la cama y fui a su despacho. La contraseña de su comp
o no lo suficientemente inteligente como para eliminar per
c en rep
e vestir de Damián, sentada en el borde de su enorme escritorio de ro
dedo con uñas rojas por su corbata. "¿Cuándo te vas a deshacer
mis manos ni si
s de Jami. Damián saltó de la cama, agarró su teléfono y se retiró al baño princ
No, no puedo simplemente irme... Te lo compensaré, lo p
preparó un desayuno espléndido, llenando mi plato con hot cakes y fruta. "Deberíamos contratar m
extraño. "Damián", comencé, mi voz deliberada
ra de devoción. Tomó mi mano. "Eliana, eres mi mundo. Mi Ancla. Nunca, jamá
e. "Por cierto, ¿alguna vez me diste ese regalo de cum
le fue del rostro. Un destello de pánico puro brilló en sus ojo