El Beta me rechazó, así que reclamé a su Rey.
/0/19562/coverbig.jpg?v=fd4e0d8e6c409b47f5de2a029674d724&imageMogr2/format/webp)
enlazarme con el Beta de mi manada, Braulio,
ó en el altar. Corrió hacia el bosque por otra mujer, una
avés del canal público de liderazgo para que todos lo escucharan. Era Braul
que me disculpara con el Rey Alfa
etido la eternidad la noche anterior, había cambiado mi honor por
topé con el mismísimo Rey Alfa. Impulsada por el tequ
rastrando las palabras-. Alfa
ad asombrosa: el Rey Alfa, el tío de mi ex prometido, era mi
ítu
na
sobre mis hombros, cada hilo de plata u
e suponía que me convertiría en la compañera de nuestro Beta, Braulio. Nuestra unión debía ser un gran acontecimiento, pr
al borde del claro, su presencia una fuerza silenciosa y
a sentir el leve zumbido de su Enlace Mental, la conexión telepática que todos los hombres lobo compartimos.
o de hojas-. El Anciano está a punto de com
con los míos. No había amor allí, solo pánico.
lemas. Tengo que irm
frágil loba solitaria que había acogido, la
ra procesarlo, ya
ritó uno de los Ancianos, su vo
e, tensa. No me miró, no miró a nadie más
tratando de agarrar su b
rápida, el sonido de huesos rompiéndose y reacomodándose resonó en el silencio horrorizado. En segundos, un gran lobo mar
abía
nia de unión, frente a dos manad
nté contactarlo a través de nuestro Enlace Mental
nde estás? ¿Qu
cortado. Me había e
brió paso en mi mente: me humil
amenazaba con ahogarme. Finalmente, un nuevo mensaje zumbó en mi mente. Era de Braulio, pero no en nuestro enlace privado. Lo envió al canal de
distante y absolu
la sola. Elena, te disculparás con los Ancianos
or él? ¿Por es
brazado fuerte, susurrando promesas contra mi piel.
Todo era
la débil Omega y desprecio por la tonta que acababa de ser aband
, recogí las pesadas faldas de mi vestido. Caminé sola hasta la plataforma alta do
scuchó en todo el claro
on el Beta Braul