La medicina Omega rechazada del Alfa
e Ser
pie de un salto y me sumergí en el agua helada y turbia, mis manos buscando frenéticamente en la oscuridad
contra el lodo que succionaba y el peso muerto de su cuerpo inconsciente. Finalmen
endo cada onza de mi voluntad en la llamada-. ¡Ayúdenm
nue luz de la luna a través de las nubes de tormenta para extraer el veneno del pantano de sus pulmones. Finalmente, una respiración débil y estertorosa escapó de
blanca de la enfermería de la manada, s
que pensé que ya no tenía derramándose por mis mejillas-. Todo est
, su tacto frá
un raspado, pero sus ojos eran como el acero-. Inte
ael entró. No me miró. Se dirigió a m
table que esto tuviera que suceder, pero tu hija
legó, dejando un rastro
ntonces cuando vi a Lila, acompañada por su anciana abuela en una silla de ruedas. Un joven ordenanza Omega pasaba por allí, y vi cómo sus ojos se a
-. Era como una marioneta en un hilo. Un Alfa poderoso, y todo lo que tengo qu
re se m
on de par en par, pero se recuperó al instante, po
o hiciste con mala intención. -Sus ojos se dirigieron hacia el ala de la enfermería donde yacía mi madre-. Esp
zo ver rojo. Antes de que pudiera hablar, dio u
-, ahora es mío
ella, agarró mi mano extendida y la tiró hacia adelante, empujando
e metal sobre piedra. La anciana se cayó, aterrizando con un c
Lila, su voz ll
abarcando la escena: yo de pie con la mano extendida, Lila arrodilla
rugió, su mirada
grimas corriendo por
jó a mi abuela! Dijo... ¡dijo que
nta de pura rabia. Se dirigió hacia mí,
monstru
mejilla resonando en el silencioso patio. La fuerza del golpe me gi
eteó de nuevo, en la otra m
e Alfa. Mi cuerpo me traicionó, mis piernas doblándose mientras la orde
-