Su Aliento Moribundo, Su Furia Gélida
. Pero a través de todo, un pensamiento grit
peles destruidos.
do brutalizada, mi hermana estaba en una
obre mí, respira
ie y me pateó con fuerza en las c
ión, seguido de una ola de agonía tan intensa que m
rancadas de mi garganta-. Me llamo Ele
imena se congeló, su mano levantada para golpearme de
a soltó una ri
do. -Me pateó de nuevo, esta vez en el estómago, con un
desayuna. Sé que es alérgico a los mariscos. Sé que no ha hablado con su
e se había coronado
algo cálido y metálico llenar mi boca. Escu
adres están muertos. Él se fue. Pero sigue sie
ar a las otras mujeres. Martha, la mayo
os llamar a seguridad y que la escolt
a mirada que podrí
fuera de e
do la parte de atrás de mi vestido. Un dolor agudo y profundo pulsaba desde mi costado, y me d
es lo vio. Señaló, su ros
¡Está sa
o floreció en el suelo de col
estalló en sus