Casarme con el diablo
respiración contenida y los ojos cerrados. Escuché atentamente los
cerraron involuntariamente y mis
u presencia a mi lado, a juzgar por su respira
ns", susurr
vil, sin ofre
n el hombro. Afortunadamente, me habí
su voz era baja, pero enten
fundible en su tono, muy
de que Kalani era la resp
nte. Sin tener tiempo para reaccionar, sentí un dolor agudo y punzante en el cue
strar una expresión de dolor, fingiendo seguir e
timiento y conmoción me invadió. Apreté
mos ocho años, considerándola como a una hermana. Y, s
or agudo. La sensación punzante que sentía cuando estaba semiconscie
sobre mí. La intensidad del dolor ahora tenía sentido: su pers
recurrió a abofetearme. "¡Despiert
icia, en marcado contraste c
apaz de comprender la
vez en la cara, me di cuenta de qu
n la mirada perdida, desanimada y preguntándome en mi interior: '¿Qué había pasado? ¿Cómo
perando su anterior dulzura. "Señora Evans,
poco, me moví y me encaré con Kalani, que estaba de pie
sa vaciló. Preguntó en voz baja: "¿Durmió bie
igero nerviosismo, el trago de saliva y su eventual desvío de la mirada, fingí tristeza y suspiré con fuerza. "Kalani, n
ense demasiado. Las enfermedades le ocurren a todo el mundo. Su cuerpo ha pasado
constantemente somnolienta, pasándome los días d
las gracias, señora E
e. Cuando uno enferma, la debilidad persiste y la recuperación lleva
ba despacio y miraba hacia la puerta, me llevé instintivamente la mano al pu
stro de sangre roja brillant
a li
dicina. Me entregó el cuenco y dijo: "La te
a mano hacia el lugar donde la aguja me había pinchado. Luego, mirando fijament