Lujuria prohibida: una noche con el padre de mi marido
taba sombras sobre dos figuras e
el cuello. Su voz era grave y áspera. "Te lo preguntaré una ú
arqueó el cuerpo por instinto. Un suave murmullo esc
una risa grave.
clinó sobre ella y la
da, el agudo timbre de su telé
esaca, se frotó las sienes mientras
acostaba con su no
ia del joven educado y respetuoso que conocía, en su fantasía había
esa faceta desconocida ten
noche y se estiró para contestar la llamada, pero al h
nios de la pasión de la noche
razo masculino que la rodeab
oanna se qued
el brazo
al hombre que dormía a su lado, se d
eto desconocido, alguien a qui
ó, conmo
podido suced
evento y muchos de los asistentes, incluida ella, habí
bía un extraño e
escuchó la voz de una enfe
nas logró llevarse el teléfon
Martha Russell, ¿es usted? Ha sufrido un infarto y acaba de se
bitados por el pánico, y su
os que firme los documentos cuanto antes". La enferme
. Se pellizcó el muslo con fuerza y el dol
Saltó de la cama y se
amargura al hombre que dormía en la cama, tomó una
menzó a despertarse. Extendió la mano, pero sol
ante antes de apa
estaba
sábanas, podría haber pensado que la mujer de ano
de excesos, llegó ebrio al hotel. Al dejarse caer en la cam
cieran, pero ¿una lo bastante audaz como para me
bría echado sin pe
a él, quizás por el alcohol que l
ser virgen, aunque eso en
algo en lo que se molestara en pe
encaminó hacia el baño. Fue entonces cu
ntenido, su expresión se