Poquito A Poquito
Autor: Regina
GéneroRomance
Poquito A Poquito
Jack no esperaba que Rachel y él pudieran llevarse bien.
De hecho, asumió que ella todavía estaba enfadada después de haber tratado mal a su primo en aquel incidente, ¡pero no lo estaba!
¡Esta mujer lo tomó como si nada!
Jack no pensó que fuera un gran problema. Estaba, de alguna manera, agradecido por su actitud, en efecto, ahora sabía que había tomado la decisión correcta de haberse casado con ella.
Siempre que no causara más problemas deliberadamente, se lo compensaría después de su divorcio.
A las nueve en punto, el timbre sonó justo a tiempo llenando de eco todo el apartamento. Jack se levantó del sofá y fue a abrir la puerta.
Stuart Liu, el conductor de la familia Fu, había llegado y respetuosamente saludó a Jack: "Buenos días, señor Fu".
El hombre era un leal sirviente de dicha familia, pues había estado conduciendo para ellos durante mucho tiempo y tenía una muy buena relación con Jonathan. Por esta razón, Jack lo saludó con gran respeto.
El conductor no entró. Sólo miró su reloj y dijo: "Su padre lo espera en casa. Hoy hay algo de tráfico en el camino, por lo que el viaje nos tomará más de una hora".
Una característica singular que todos los miembros de esta familia compartían era la puntualidad.
Después de una pausa, Jack dijo: "Espere un momento. Iré a buscarla".
Jack volvió al segundo piso y, para ese entonces, Rachel ya se había cambiado de ropa y estaba a punto de bajar con su bolso.
Su vestido llamó la atención de Jack. Después se arregló el collar, se detuvo a mitad de camino y lo miró de arriba abajo. "¿Cuál es tu excusa?".
"Descuida. Solo ven conmigo", respondió su marido.
Enseguida bajaron las escaleras, uno después del otro. Luego Jack cruzó la sala y se detuvo a unos metros de la puerta para que se aproximaran a la salida juntos, e inmediatamente Rachel lo siguió.
Stuart Liu esperaba pacientemente en la puerta mientras la pareja se acercaba cada vez más. De repente, Jack la tomó de la mano, e inconscientemente trató de alejarse de él, pero falló porque este la sostuvo firmemente.
Para sorpresa del conductor, los vio salir de la casa tomados de la mano. En ese instante, una sonrisa figuró en su rostro, cambiando completamente su inexpresión. Entonces le dijo a la pareja: "Vamos. No hagamos esperar a su padre".
Al darse cuenta de lo que sucedía, Rachel cedió. Al principio, no tenía interés en fingir, pues todos sabían que su relación era distante y fuera de lo común.
Después de que los tres bajaran los escalones, sonó el teléfono de Jack, quien hizo un gesto de disculpa, soltó la mano de Rachel y se excusó para contestar la llamada.
Acto seguido, con una ligera sonrisa en su rostro, Stuart preguntó: "Señora Fu, ¿el señor ha pasado la noche aquí los últimos días?".
Rachel sintió como si su corazón fuera a salirse del pecho, pensaba que el conductor no le haría esta pregunta sin ningún motivo, así que supuso que debió haber escuchado algún rumor.
Finalmente ella respondió desconcertada: "A veces viene, pero no se queda aquí todos los días".
Su respuesta parecía algo dudosa, ya que aunque Jack y Rachel llevaban cinco años casados, esta era la cuarta vez que él pasaba la noche en este lugar.
Por supuesto, nunca habían dormido juntos.
Los ojos de Stuart brillaban de alivio. Asintió con la cabeza y dijo con sinceridad: "Verla a usted y al joven Fu llevándose bien haría a su padre la persona más feliz del mundo".
La chica sonrió para no exponer su verdadero sentimiento, pues, aunque ahora se llevaban bien, no era de la manera que se esperaba de una pareja casada.
Después de finalizar la llamada, Jack regresó frunciendo el ceño, y le dijo a su conductor: "Stuart, hay un asunto que debo arreglar. Tú y Rachel pueden adelantarse".
'¡Qué tonta excusa para escapar!', pensó Rachel.
Luego de que Jack informó que no podía ir con ellos, Stuart asintió. Estaba ahí para recogerlos, y no podía obligar al hombre que fuera con él.
Sin decir una palabra a su esposa, Jack se dio la vuelta y fue al garaje, al tiempo que ella sacó el control remoto y apuntó a la puerta para abrírsela. Un momento después, Jack salió de allí en su Land Rover.
Ella se volvió hacia el conductor. "Vámonos nosotros dos".
Jack golpeaba impacientemente el volante mientras conducía. Entretanto, como su teléfono no dejaba de sonar, le echó un vistazo pero no lo atendió.
Fue a tanta velocidad que en menos de veinte minutos estaba en casa de Celine.
Ese departamento donde ella vivía había sido una vez el de Jack, pero después de casarse con Rachel, se mudó, dejándoselo a ella.
Según las peticiones de la mujer, no se le permitía tocarla hasta que obtuviera su divorcio, por ende, Jack tuvo que mudarse de allí.
De pronto, la mejor amiga de Celine, Rona Zhou, abrió la puerta y apenas vio a Jack, se sintió aliviada. Le señaló su habitación y dijo: "Deberías verla. Se encerró allí desde anoche. Pasé horas convenciéndola de que saliera o hablara, pero no quiso, y hasta ahora no ha salido de allí".
Jack apretó los labios formando una línea firme mientras sus ojos se oscurecían. Prontamente fue hacia la habitación y giró el picaporte, dándose cuenta de que la puerta estaba cerrada por dentro.
La chica, que estaba detrás de él susurró: "No pude hallar la llave".
Él no respondió. Solo levantó la mano y llamó a la puerta. "Celine, abre".
Al no obtener respuesta, siguió tocando. Su paciencia se estaba agotando rápidamente cuando de pronto los dos oyeron un grito ahogado que provenía desde el interior. "¡Vete! ¡Esto no es asunto tuyo!".
Jack, enfurecido, se dirigió a Rona sin verla. "Hazte a un lado".
La mujer, al ver la expresión fría en su rostro, obedeció sin decir nada. El hombre dio un paso atrás, respiró hondo y luego fue hacia la puerta, pateándola con fuerza una vez que estuvo lo suficientemente cerca.
Esta cayó al suelo haciéndose pedazos llenando de polvo todo el lugar, El aire se llenó de polvo mientras Celine gritaba histéricamente.
Por otro lado, en la casa de la familia Fu, las cosas tampoco estaban del todo bien.
"¡Llámalo de nuevo!", refunfuñó Jonathan, frunciendo el ceño. "¿Qué puede ser más importante que comer con la familia?".
Rachel respondió con seriedad: "Quizá le surgió algo en el trabajo. Se veía urgente cuando se marchó".
A su suegro no le convencían esas palabras. Así que resopló y dijo: "Creo que fue otra de sus excusas. Se está volviendo cada vez más insolente. ¡Por lo menos debería estar para la comida!".
El hombre se puso rojo de la rabia.
Ella solo sacudía la cabeza tratando de encontrar maneras de consolarlo. Por otra parte, Tracy Li, la esposa de Jonathan, estaba profundamente perturbada por lo que acababa de decir.
Además, notaba que su nuera era inútil como esposa. ¡Ni siquiera podía defender a Jack!
La señora Li trató de excusar a su hijo en medio de la ira de su esposo. "No sé de qué estás hablando. ¡No puedo imaginar lo triste que se sentiría Jack si te hubiera escuchado! Él trabaja muy duro y no tiene cabeza para otra cosa. No puedes estar molestándolo por una simple comida familiar".
A pesar de sus palabras, el hombre no le creía en absoluto. Se burló y dijo sin expresión: "Seguro que es por alguna mujer".
Rachel contuvo la respiración. Jonathan era, en efecto, el padre de Jack. Parecía conocer perfectamente a su hijo. Así que rezó en su mente. 'Jack, esta vez estoy haciendo todo lo posible por ayudarte. Más vale que no hayas ido a ver a Celine'.
Tracy, al escuchar el comentario de su esposo, se puso pálida. Luego miró torpemente a su nuera, pero para su sorpresa, la chica no mostraba ninguna emoción.
La madre se sintió avergonzada. Apretó tanto los dientes que no podía ni hablar. Ella simplemente se sentó allí, sin decir ni una palabra.
Si Jonathan no sabía sobre el paradero de su hijo, ¿cómo podía estar seguro? ¿Cómo podía saber que Jack se había ido con una mujer y no a la compañía?
En ese momento, Rachel tiró ligeramente de su suegro. Su expresión no cambió, pero lo que dijo a continuación sorprendió a la pareja.
"Papá, piensas demasiado. Jack y yo pasamos la noche juntos anoche".
De repente hubo un momento de silencio. La madre de Jack miró a la chica completamente sorprendida, hasta Jonathan la vio rígidamente. "¿Qué?".
En ese mismo instante, una voz detrás dijo: "Puedo dar testimonio de eso. Está mañana vi que el señor Jack y la señora Rachel estaban juntos".
Jonathan, muy sorprendido, casi cayéndose de su asiento, no había visto ni oído a Stuart entrar. Entonces el leal conductor se acercó y puso una carpeta de cuero sobre la mesa, y muy seriamente le dijo: "Señor Fu, usted olvidó esto en el auto anoche".
"Oh... Hmm...". Jonathan estaba desconcertado, pero inconscientemente se inclinó hacia adelante y levantó una mano para abrir la carpeta, no obstante, cuando sus dedos hicieron contacto con ella, algo le vino a la mente. Entonces enderezó su asiento nuevamente y preguntó: "¿Qué viste exactamente esta mañana?".
Al oír las palabras de su esposo, Tracy, que acababa de recuperarse de la conmoción, se paralizó nuevamente. Rachel, sin embargo, actuó con naturalidad, solo agarró su taza y tomó un sorbo de su té como si lo que estuviera pasando no tuviera que ver con ella.
Stuart miró a Jonathan confundido. "Los vi salir juntos de la casa".
En ese momento, el padre de Jack se volvió hacia su nuera, pero permaneció en silencio.
Acto seguido, ella dejó su taza y le dio una palmadita en la mano para consolarlo. "No pienses demasiado, papá, todo va bien".
Siempre y cuando Jack y ella vivieran en la misma casa, no le importaba que no durmieran juntos. Si todo era para bien, a la chica no le importaba mentir.
Jonathan trató de entender lo que estaba pasando. Rachel siempre había sido una mujer correcta y bien educada, y nunca lo engañaría, así que se sintió tan avergonzado de haber dudado de ella y de su hijo.
Después de haber entregado la carpeta del señor Fu, el conductor se dio la vuelta y salió como si no hubiera presenciado nada.
Una vez que la señora Li recuperó la compostura de nuevo, abrió la boca ligeramente queriendo preguntar sobre la relación de su hijo y su nuera, pero se sintió demasiado apenada para hablar.
Jonathan tampoco sabía qué decir. Había oído que su hijo se estaba enredando con una mujer llamada Celine. ¡Hasta hubo un escándalo en un bar por su culpa!
Sin embargo, al escuchar lo que su nuera había dicho, se sonrojó tanto que tampoco dijo nada.
Si bien Jack estaba con esa mujer o si se encontraba en la empresa ya no era de gran importancia.
Finalmente, uno de los sirvientes se acercó, rompiendo el silencio y el ambiente incómodo. "Señor y señora Fu, la comida está servida".