Quemada por el Alfa: Mi Furia, Su Ajuste de Cuentas
de A
con una expresión de preocupación ensayada. Pasé de largo sin decir una palabra, m
rg
n una sonrisa encantado
capar de esta p
ambio. Kael se tensó detrás de mí, su d
ael, su voz teñida de una auto
rta del copiloto-. Algunos de nosotros sabemos cómo tratar
ignoré la mirada ardiente de Kael. Sergio se desliz
s raras, artefactos encantados, piedras preciosas que pueden calmar el espíritu de un lo
impresionarme, Sergio? -pregunté, un
sonido genu
es en el extranjero. Más que suficiente para mant
ue resultaba casi refrescante. Me enco
Pero yo elij
e decía que tenía propiedades calmantes, que aplacaba la agitación interna del alma de un
manadas importantes. Sergio y yo tomamos nuestros asientos cerca del frente. J
u brazo, con aspecto inocente
r una sola noche de paz. Supe, con una certeza desale
ilencio cayó sobre la sala. Era magnífico, un diamante
el deseo en mis ojos y, con un suspiro ensayado y martirizado, bajó la mano. Le
tamente, su mirada un desafío. Luego se puso
-anunció, su tono no dejaba lugar a di
n astronómicamente alto
se trataba del diamante.
de la Luna Plateada. Y todos estaban observando cómo elegía públicamente a una Omeg
rtí en el hazmerreír de la noche, la princesa abandonada
ría que me
n mi interior. Tendría ese diamante. No me importaba lo que costa