La sustituta consentida del multimillonario
es de la Universidad de Chanvale. Virgen, sin exp
r cerró el expediente. Frunció el ceño y le preg
dobladillo de su vestido. Respondió con la voz tensa por la a
dinero ne
n la cabeza gacha, murmuró: "Di
ará nueve. Durante esos diez meses, todo deberá mantenerse en el más estricto secreto, lo que signific
r la fuerza con que apretaba las manos. Con voz temblorosa
o el hombre, cruz
millones de dólares a mi cuenta bancaria tan pronto como se
an codiciosa
en punto de esta noche. Y recuerda, esto no es un juego. Él no es un hombre que tolere tonterí
cambiarse, Melanie fue conducida a una habitación de la villa. La osc
cio total, roto únicamente por
e y una silueta masculina se recortó en el umbral. Melanie no podía distinguir su figura, y mucho menos su rostr
de dólares? Qué
sgó el silencio, asestándole
ió el labio inferior hasta sentir una punzada de dolor aún más aguda.
esdén. Al segundo siguiente, se abalan
, el cuerpo de Melanie se tensó p
de sus ojos. Los cerró con fuerza y se mordió
evivir a esa noche, salvaría al Grupo Scott y
, mientras su cerebro adormecía el dolor. Presionó sus labios contra los de él y
rró al oído: "Tú lo pedis
on tal fuerza que su cuerpo pronto perdió toda resistencia. Cuando él terminó, ella no podí
de que estaba sola. Aún intentaba despejarse cuando una empleada entró y le informó con voz fría: "Él vendrá a t
rza y rezó para quedar embarazad
s noches. En cada ocasión, Melanie sentía que pre
es después se confirmó
u cuenta. Desde ahora, no te estreses ni te preoc
o de la empleada y le dijo: "Quiero llamar a mi papá para preguntarle si ya está a salvo. También quier
teléfono en la mano, le preguntó: "¿Qué es lo que quieres decirle? Solo p
de la villa, en la última etapa de su embarazo
guantes y mascarilla, estaba de pie frente a ella y la a
ir, Melanie apretó los dientes y pu
o y, al segundo siguiente
una incubadora. Luego, le ordenó a alguien que espe
Melanie giró la cabeza y suplicó entre lá
. Se llevaron al bebé antes de que
supo si había tenido
negro de edición limitada est
acido, aún cubierto de sangre y fluido amniótico. Len
Collins! ¡El bebé e
odrías saber si se parece a mí?
ió el chófer mientra
con una mano sobre el abdomen. Miró por la ventana, justo
todavía estaba adolorida y muy débil
parición de diez meses, pero ahora, de pie frente a la puerta de su casa, seguía sin encontrarla. Respir
entró. Sin embargo, no
jar, su madrastra, Ximena Scott, solía quedarse en casa con su hija
aleras cuando distinguió dos figuras co
lla soltó una risita, le dio un golpecito en el pecho y dijo haciendo un puchero: "Basta. ¿Cuándo vas a pone
antes, no le habría dedicado ni una segunda mirada. Comparada contigo, ella es tan... aburrida". El hombre se humedeció los labios. Desp
con coquetería, saltando a sus brazos. "Todavía te
Sus ojos se encendieron de resentimiento mientras miraba a la
es lascivos era su no
no había perdido el tiempo: la estaba enga
miserables