PROPUESTA MULTIMILLONARIA
s una historia clasificada para +18, por lo que podrían encontrar escenas de sexo o violencia no moderas y bastante explícitas. Espero se animen a leerla. Un abrazo. Pdta: Pueden seguirme en mi pági
iere el dinero, no yo! ¡Eres tan codicioso! -Exclama con lágrimas en los ojos y recibe una fuerte bofetada de parte de su padre. -¡Rubén! -Le llama la atención Rebeca, su esposa. -¿Qué quieres mujer? -La señora Clemencia pregunta si la ceremonia continuará. Deberías entrar. -¡Puff! -Arroja un suspiro largo. -Más te vale que no demores en regresar Lana, o te juro que te arrepentirás. Rubén entra y Rebeca, abraza a su hija que parece muy nerviosa. -Deberías entrar ya. No deberías postergar más la ceremonia. -¿Tu también mamá? -Cariño, yo no tengo la fuerza para llevarle la contraria a tu padre, ni tampoco a ti. Dejé que intentaras escaparte con tu novio, pero aun así estás aquí, vestida de novia. -Se sorprende al enterarse de que su madre sabía que se escaparía y no dijo nada. -Felipe me engañó. Me dejó plantada, y me robó. Estaba tan dolida que quería vengarme casándome son ese hombre, ¡pero ese acuerdo prenupcial es absurdo, mamá! -¿Absurdo? ¿Por qué? Vivirás bien, y tu hijo crecerá en la abundancia, siendo el heredero de uno de los hombres más poderosos del país. Eso es mucho mejor que seguir a la merced de tu padre, porque te aseguro que si no es Callum O'Sullivan, lo será con cualquier otro que le ofrezca una buena cantidad por ti, sin importar quién sea. -¡Soy una mujer adulta mamá! ¡Mi padre no puede pretender que haga lo que él quiera, siempre! -¡Pero lo hará! Porque él ha sido quien te ha dado todo. Tu carrera, el patrocinio de tus libros, tu manutención. Todo te lo ha dado él, y si lo desobedeces, todo te lo quitará. La única manera de liberarte de tu padre, será adquiriendo poder, y eso solo lo harás ganando más poder que él, y ser la señora O'Sullivan es tu mejor opción. -Con que así son las cosas!... Muy bien, entonces supongo que muy pronto serás abuela. -Afirma Lana, que regresa a la habitación, con una de sus mejillas completamente roja por el golpe que le dio Rubén. Decidida a casarse con Callum, solo por el placer de en un futuro no muy lejano demostrarle a su padre que es víctima de su propio invento. Después de todo ya no tenía nada que perder, sus padres la habían desilusionado, su novio la había abandonado, y su carrera como escritora, no afloraba, si dejaría de estar bajo el yugo de su padre, dar a luz al heredero de la fortuna O'Sullivan no sonaba tan mal después de todo. Esta vez, su caminata era diferente a la anterior, no estaba temerosa, ni llena de tristeza. Estaba decidida. Caminaba firme, y segura. Firmó sin titubear, y tomó los anillos sobre la pequeña mesa que había sido dispuesta como altar, y colocó primero el suyo en su dedo, y luego tomó el de su esposo, y se acercó para colocárselo, notó que las manos del hombre estaban heladas, y eran bastante grandes pero con una piel muy suave. -Por el poder que me confiere Dios y el estado, los declaro marido y mujer. El oficiante se marcha, y todos los presentes, a excepción de Clemencia, se disponen a despedirse. -Hiciste la mejor elección hija. Emparentados con los O'Sullivan, no podría pedir más. -Dice Rubén que abraza a su hija seguro de que ha ganado la lotería. -No te confundas padre, la única que está emparentada con ellos soy yo. Te recuerdo que yo fui quien se casó. Así que espero y disfrutes el dinero que acabas de ganar a costillas mías, y lo sepas invertir, porque es el único que obtendrás de mi parte. -Se aparta de su hija y la mira con fiereza... -Mocosa inso... -Planea reprenderla en ese mismo momento, pero Clemencia interviene. -Creo que sería prudente que dejemos descansar a la novia. Después de todo, no será fácil cuidar de Callum de ahora en adelante. Rubén, asiente y sonríe ampliamente, mientras por dentro es consumido por la ira que le causaron las palabras de su hija. Lana, se despide de su hermano, y también de su madre, quien ahora le genera más lástima que antes, pues ahora sabe cómo se siente ella con respecto a ser la esposa de su padre. -¡Por favor salgan! -Se escucha una orden. Es Clemencia que se dirige a los guardaespaldas. Lana la mira un poco asustada, pues jamás había tratado con ella, a excepción de hoy. -Lana, querida... -Se acerca y la toma de las manos. -¡Gracias por regresar! -¿Eh? -Sé que no debió ser fácil para ti casarte con mi hijo en ese estado, y aceptar las condiciones del acuerdo. -Eh... yo... ¿Señora? -¿Sí? -¿Puedo ser totalmente sincera? -Por supuesto cariño. -Por favor, no me dé las gracias, porque me hace sentir incómoda. Después de todo, mi familia recibió una gran suma por este matrimonio. -Sí, pero yo escuché como te enfrentaste a tu padre, y lo que le dijiste inclus