Engañada, repudiada y de repente rica
uvo al borde de la acera para pedir un taxi. Había
se dibujó en sus labios. Lo absurdo de la situación la abrumaba: todo lo que había s
su teléfono y leyó el mensaje con la
de Dridsa vivían al día, y no era extraño que m
de Isonsea, Dridsa era su crudo contraste:
e resultaba imposible ignorarlo. Las miradas curiosas de los transe
eslumbrante y con tanto ap
ba a suponer que provenía de una familia adinerada de
una casa ruinosa. No pudo evitar sentir una punzada de compasión por la familia que
oz vacilante la sacó de sus pensam
a ella. Las profundas arrugas que surcaban su piel curtid
entrecerraron con un matiz casi imperceptible de rec
voz se le quebró, como si luch
on serenidad, aunque sentía el peso
a temblar. El manojo de verduras que sostenía se
de incredulidad, asombro y un matiz de algo más
y su mano quedó suspendida en el aire. "Lo siento", tartamudeó, retir
se agachó con rapidez para recoger las ve
e y luego, con voz suave pero firme,
, y sus ojos se enrojecieron mientr
sa, dándose la vuelta y caminando hacia
ontradas. Había esperado sentir ira, resentimiento o incluso rabia al encontrarse con su
ersistente olor a aire viciado y una atmósfera de carencia que lo impregna
jando hasta tarde de nuevo; tal vez deberías prepararle un poco de sopa esta noche". Su voz se extinguió en
ó en un susurro casi inaudible:
credulidad, y un fugaz destello de pánico brill
emblorosa por la conmoción. "¿Qué
jo en voz baja, pero con un tono resuelto. "Eleanor vino por respuestas y seguramente ya sabe la verdad. Este secreto nos h
grimas y la voz reducida a un susurro mien
o mantener hasta entonces se le escapaba como arena entre los dedos. Las emociones qu
"Tienes razón", dijo con un suspiro profundo, su voz teñida de arrepentimie
n cargada de culpa y remordimiento. "Te d
sobre sus hombros, mientras por fin formulaba la pregunta que la
nmocionados. Ambos palidecieron al instante. Tras un largo y
una espiral de locura. Para aliviar su dolor, Louis tomó la decisión
ya tenía dificultades para criar a sus tres hijos y sobrellevar la carga económica, no podía
sofá, con la mente en blanco, luchando por procesar lo que acababa de escuchar. La
inuar y temerosos de romper el frágil silencio. Sus rostros reflejaba
sión, vacilante pero sincera. "Eleanor... ¿c
interrogante silenciosa y pesada que revela