La traición del amor: un matrimonio falso
y amenazante. "¿Fuiste tú quien escondió una
, mientras el frío cañón de la pistola se mantenía pr
inchó! ¡Está herida! ¡Tú fuiste
ondió ella, temblorosa pero si
en. "¡Seguridad! Llévensela de r
s de arrastrarla fuera de la cama del hospital. En cuestión de minutos, la devolvieron a l
e madera, forzando sus brazos y p
, murmuró co
confianza más cercanos a Kaden. Levantó un par
vó la aguja bajo
brasador recorrió su brazo como fuego líquido, mientras las cuer
un tono impasible, sin mostrar el
ir", jadeó ella, con lágrimas y
él con una chispa de crueldad
able, un incendio que parecía consumirla entera. Entre desmayos
más joven, con evidente temor en el rostro, murmuró al hombre de confian
señorita Cortez, eso es como firmar su sentenci
y era la fuerza dominante, la que todos respetaban. Ella, en cambio, no era más que un objeto. U
ente a ella, Lily, su joven doncella personal, apli
amó Lily con alivio. "Avis
diera salir, gritos horrible
ncajado por el shock. "Señora... el amo... está azotando
a miró i
davía con los ojos desorbitados. "Dice que faltarle el respeto equivale a ofender
entana, mientras un dolor más hondo que cualq
de su apellido; no la defendía a el
u rostro convertido e
pie. Fue entonces cuando Kaden apareció de nuevo, i
atrás", dijo con un tono casi apacible. "Solo aprende a convivir
, las torturas y el borde de la muerte. Q
ento elegante", añadi
ney apareció en el umbral, la tomó del braz
u mejilla. Él sonrió, sus ojos llenos de la adoración que jamás compartía con su esposa. Harlow perma
ecto de la sociedad. Apenas ingresaro
n esposo ejemplar, siempre
co años. La verdadera compañera es Brittaney
apartó en un rincón solitario, mirando a Kaden y Britta
l segundo piso, comenzó a cae
ó con un grito ahogado: "¡Dios mío! ¡Es la señora de la