Creyó que me quedaría: Su error
o de mis cosas cuando la puerta prin
nube de tormenta. Karen lo seguía, sus
teó. Los pestillos se rompieron y mis p
e ellos había un pequeño cuaderno de bocetos encuade
cuaderno. "¡Son sus cosas
uel jugando en sus labios. "Sabes, yo fui quien pagó las facturas del hospital
a de desprecio, como si su dol
nuó, "ayudando a la pobre y trágica artista. Resu
cados dibujos a carboncillo. Sostuvo un retrato
urló. "Me pregunto si sabía que
por mi cara. "¡La madre de Karen fue la que
en una máscara de rabia. Me abofeteó, fuerte
interpuso entre nosotras. Me empujó y
o desprecio en su rostro. "Eres patétic
umba de tu madre. A un panteón público. O tal vez podría hacer que sus
e quedó en
azando con profanar el lugar de descanso final de mi madre. Estaba amenaza
a amado. Este era el hombre
ahogadas por un dolor tan profundo que s
, se puso histérica. "¿Quién es ella, Alex? ¿Quién
ía? Bien. Pero de ahora en adelante, eres la sirvienta de Karen. Harás todo lo
pedazo de basura como tú respire el mismo aire. Y si no lo haces", levantó el cuaderno de bocetos, "
uestra vida juntos: las risas, los sueños compartidos, las promes
jilla. No era una lágrima de tristeza. E
nos hechas puños, apuntando
nte, su agarre como acero. Pa
en. "Sus cosas estorban. Haz q
rgara el equipaj
habitación grande y vacía. Karen ya est
e bocetos de mi madre aferrado a mi pecho. El último hilo de amor que ten
lgo frío y duro