Su Amor Envenenado, Mi Escape
ro terror inundó el
e abalanzó sobre la papelera, arrebatando e
, su compostura haciéndose añicos. Intentó agarr
en su cuello, el mismo tono que Jimena siempre
ó la
an cambiando las vendas", dijo, su vo
a como un hombre que se ahoga. El alivio inundó
deó. "Haremos que lo ajusten de inmedia
ada de alta del ala médica, insisti
a. La paseó por una serie de boutiques escandalosamente caras, comprán
ne", anunció en voz alta en una joyería, a
antes tan pesado que se sen
urró una mujer a su amiga.
n solo cadenas de oro. Los elogios er
pequeña y exclusiva casa de subastas. Un r
e su
su madre por su padre después de que se volvió a casar.
, dijo, con
era muestra de interés, organizó
, pero manejable. Alana es
, una nueva voz se uni
tación, con una mirada de suficiencia en su
ijo Alana con los
solo
volviéndose hacia él. "Dil
ó del rostro desesperado de Ala
en el brazo de Alana. "Es solo una joya. Dej
quier golpe físico. Estaba eligiendo a Jimena.
o de rabia. Se volvió hacia el su
cio. Jimena la miró bo
, declaró e
do. Una victoria
corriendo de la habitación, hac
Alana lo agarró del brazo. "No vas a
. Iré a buscar el relicario p
irse, y luego, por un o
do en la parte trasera de la cas
taba consolando, acariciándol
murmuraba. "No llores. Te
se quejó Jimena. "Quer
traremos otra forma de castigarla por esto
ando en un tornillo de banco. No podía respirar. Se dio l
as luces de la ciudad se desdib
ró. Un mensaje
ra. Nos vemos en el estacionamiento oes
ue eso significaba. Cast
namiento, un entumecimi
amente. Cuando alcanzó la manija de la puerta
os en el estómago, en la espalda. Uno de ellos le pateó
so, pero la agonía
rdenas", gruñó uno de los hombres, dándole
ó un c
da y rota en el suelo f
ibró de nuev
o debajo decía: "Te manda saludos. Ah, y papá tiene una
da del relicario de su madre.
sus costillas. Tenía que ir a esa cena. Tení
a la casa de su padre. Cada paso era una