EXESPOSA DESECHADA: Renaciendo de las cenizas
vista d
s de mí. El aire conservaba el habitual aroma a cera de limón y rosas. Sin embargo, e
escaleras, asegurándome de no pisar el tercer escalón, que crujía. Me pareció que todos
, que seguía entreabierta, justo como la había dejado añ
el mismo tono rosa pálido, los muebles blancos seguían en su lugar y mi colección de trofeos de segund
s atrás, mientras mi hermana se paraba detrás de mí y me dedicaba su perfecta sonrisa. Ahora tenía el rí
llí, empacando las pocas cosas que quería preservar de mi vieja vida. Era increíble
nte; esa era la vigésima
mos discutir esto como adultas. Rosa está muy preoc
staba preocupada, pues su plan cuidados
congelé al escuchar los pasos familiares sobre el suelo de mad
desde la escalera. "Querida, sé que e
uina, ni haber sido más lista, rápida y hábil para desaparec
quien seguramente habían sacado del trabajo para l
tenía doce años y yo lloraba porque Rosa me había quitado mi lug
s eran más ligeros y gráciles, casi perfectos, así como la i
ono cargado de preocupación. "Herma
la adopción de Rosa. Mamá y papá se veían radiantes, y mi hermana salía resplandeciente con su vestido nuevo. Yo, c
golpe sobre mí, con la fuerza
-
retando mi guion, con el llanto ahogando mis palabras. "¡L
n tan naturalmente de mi boca durante la audición que la señorita Bennett di
mi hermana tenía un don: para la música, la
al inequívoca de problemas. "Podrías ayudarme a practicar. ¿Qué dices de ser mi
bía que negarme a Rosa significaba soportar las miradas decepcionada
ermana hacía llorar a la audiencia. Después, mamá
a en aquellas "sesiones de práctica", ni que su gran monólogo fue
especial para la memo
-
itó mamá. "Tu comportamiento e
retrato familiar perfecto. Mamá vestía un traje de diseñador, papá se veía distinguido en
voz firme. "¿No deberías estar
a de sus dotes histriónicos. "Camila, p
o acostándote con mi marido? ¿O cómo pla
do a verla. Ella ya tenía los ojos llenos de lágrimas, tan
ante. "Papá, solo se está desqu
atrevas a jugar esa carta otra vez. Rosa, muéstrales el anillo que Stefan te dio hace dos
se tornaba sombría. Por un segundo, mi h
resión calculadora detrás
así",
jos matrimoniales mientras te acostabas con mi esposo. Y diles también cómo me ayudabas a elegir lencería
i madre, dando un paso al
ía algo que me perteneciera?", la interrumpí. Acto seguido, saqué mi ce
entos, pero algunas personas simplemente están destinadas a terminar juntas
ue siguió fue
corazón no se manda...", dijo R
etada que le metí re
á, agarrándome del braz
ca roja florecía en la mejilla perfecta de mi hermana
de mí, Rosa comenzó a sollozar. Era su mismo numerito de siempre, el que h
padre. "¡No puedes simpleme
sonas. Mamá consolaba a Rosa, papá lucía confundido y mi hermana me m
os retrocedieran. "No, esto no es una familia. Si acaso es un juego, en
mano hacia la mía, sin dejar de desempeñar el pa
acias a ti sé la importancia de esperar al momento justo para ataca
os ojos, esta vez
ré, soltándola. "Ahora es tu turno
ilia. Me vi por última vez en el espejo del vestíbulo: tení