El Lugar Donde Se Pone El Sol
ación de la pensión le parecía aún más extraña en la penumbra - co
por las pestañas, notó que le temblaba la mano. No era miedo, se repetía. Solo tensión: el cansancio del viaje, el peso de dormi
está desp
abía que todo en Berat parecía envuelto en
bofetada helada. Las casas trepaban la ladera en escalones blancos e inclinados, ventanas multiplicando reflejos anaranjados d
iradas. Rostros que aparecían en ventanas, en puertas entreabiertas. Nadie decía nada, pero
portón de la c
, volver a la vida ordenada que había construido tan lejos. Pero ahora que estaba frente a l
hondo
pálido, como velos esperando un funeral que nunca terminaba. Un rayo de sol entraba por la rendija de una ventan
- dijo una voz
ido que sintió el co
camisa del día anterior, ahora desabrochada en los primeros botones
dijo ella, intentando m
quedarse. -Caminó despacio, con pasos tranquilos, como si ya conociera cada c
do es
tón, señalando
e decidir. Algunos objetos tienen valor. Otros
a "elegir" parecía más difíci
quiero na
- se encogió de hombros - Pero valdrá me
recerró
on q
en la forma en que Blerim sostenía la mirada - como
gar. - dijo
viosa. Pero se contuvo. Porque, en el fondo, había algo en
- Entonces empieza. Haz lo que tengas que hacer para
zó un
n la
bién necesitara convencerse - Yo... quiero en
as y abrió por completo la madera hinchada. El sol entró de lleno, iluminando las manchas en la alfombra,
fondo. - anunció - Tengo que quitar l
ieres
de reojo, e
asa y adelanta
una ceja,
os cuál de las
tan inesperada que Mila sintió un calor que n
uieras,
espejo", "baúl" - y apilaba las cosas en un rincón, como si quisiera dejarlas respirar después de tanto tiempo encerradas. Mila abría cajones, levantaba tapas
ó un retazo de tela bordado con letras casi borr
do, como si temiera rasgarla solo con el toque. No dijo
rada, él la observab
aunque no exactamente liviano. El olor antiguo seguía allí, mezclado ahora con el pol
ta, exhausta. Blerim dejó su cuaderno de
quedarte
teniendo su mirada más t
a punto de decir algo importante. Pe
aquí. - le extendió una tarjeta co
rac
rométeme
ué c
Luego baj
ignorar lo que
to, quiso preguntarle qué era lo que él ya
é. - dijo s
io pareció expandirse, cubr
linas. La luz dorada se transformaba en un gris profundo, tragándose los
do, tuvo la certeza de que la casa no e