La Venganza de Helena: Un Matrimonio Deshecho
e asquerosamente perfecto. Me llevaba a mis citas de "quimioterapia
aliativos, mostrándome folletos
amor -decía, con la voz got
arísimos y tés de hierbas apestosos que pro
e un buen espos
e huéspedes. Nunca me tocó. El espacio entr
sentado al borde de la cama, mirando una foto en su teléfono. Era ella. Kandy. Su
no podía mantener la farsa para siempre. Estaba planeando cóm
e. Simplemente entró, con el ros
a mí y me puso un tro
oratorio. Una prueba
emente rompió a llorar y s
con el rostro ceniciento. No me miró. No
erse, su cuerpo se abalan
gas -dije, mi voz
un hombre en trance, de
rré de
evas a ir
ostro se contrajo con una furia que nunc
u voz baja y gutural-. ¡Está
de tal frustración, de un odio tan manif
consolarla? -exigió, como
íbula apretada y la mirada
ío y duro formándose en mi pecho. Un impulso terrible y violent
hecha: *¿Estás seguro de que es tuyo?*
-dije, mi voz temblorosa pero f
arta. Mi vida p
o, Carlos. No me
largo y silencioso momento. La mirada en sus ojos
ó, la palabra flotando e
profundo que cualquier
sin hijos por su bien. Había fingido una enfermedad terminal, soportando l
por mi rostro ahora,
El embarazo, la promesa de
ueña mesa antigua junto a la puerta, haciend
, su rostro una máscara d
alió furioso de la c
. El motor de su coche rugió y luego se desvaneció
nte que apenas podía sostener mi t
no, con la voz quebrada-. V