Mi Rival, Mi Única Esperanza
oscura que me arrastraba hacia abajo. Mis pulmo
ra un recuerdo
vivir surgió en mí. No moriría aqu
gritando en protesta. Mi cabeza rompió el agua
blorosa Isabel con su saco, susurrándole al oído. Ricardo, Darío
habían molest
había dado todo. Ahora lo sabía. Nunca me vio como una persona. Yo era un premio, un pelda
Tenía que vivir para
a alberca. Mis dedos rasparon el concreto mientras sacaba mi cuerpo empapado. Me qued
vino a
lo que pareció una et
aliste. Estábamos
o una máscara perfe
. No sabe nadar. Tú eres una gran n
ntieron, sus expresi
guntó Ricardo, ext
stos hombres a los que una vez llamé amigos.
vestido mojado pegado a mí. Tenía frío, pero mi ir
cambio de ropa. No quería su falso cons
o a la alberca. Podía sen
spera! -gri
a sobre las costosas alfombras, y fui directam
avar la sensación del agua de la alberca, la sensación de su traición. P
teléfono vibró
te sientas mejor. Aví
beríamos haber sido más rápidos. Déjam
para animarte. Siguió una notificación. Un d
que yo era la misma chica ingenua que se a
ensajes sin
es. Ricardo me envió un brazalete de diamantes que había admirado el año pasado. Darío se ofreció a llevarme
noré
que solía encantarme. Sabía que Alejandro e Isabel estarían allí
la invi
Isabel, que vestía un vestido sencillo pero elegante. Parecía fuera de lugar, un ra
abel, y ella me miró, sus ojos muy abiertos con un
desaire clar
stuvieron a mi la
ocando una mano reconfortante en m
ece -añadi
u hipocresía a toda la sala. Pero me m
a oleada de náuseas. Esta era la misma mano
é mi
cuidarm
mirada, confundid
uave-. Todos estamos esperando
queña y enigm
rán muy
a pequeña y satisfactoria victoria.
ala, comprándole champán caro, presentándola a gente influyente. Por c
Una forma de mostrarme lo que me estaba
bría funcionado. Habr
amaba era un fantasma. El verdadero Alejandro del Monte er
, conocido como "El Corazón del Mar". No era solo una joya. Era legendario,
dado a mi madre el día de su boda. Después de su muerte,
parte de un amor que fue real y verdadero. Era todo