No Juzga Por Su Portada
/0/18353/coverbig.jpg?v=3bed0681dbe8b13b715a2f38d404f867&imageMogr2/format/webp)
e México con el cora
ocer a Ricardo, mi novio, que para mí era un príncipe
afetería, escuché su voz. Una
¿te imaginas? Seguro llega oliendo a pesc
har cómo me describía como "pobre e ingenua" y qu
ntro, pero una voz inesperada lo
á muy manchado. La chaval c
atiendo de emoción, se convirtió en
ta, pero no para
e no supieran lo