No Juzga Por Su Portada
orazón me latía con una mezcla de nervios y emoción. Después de meses de chatear en línea, por fin iba a conocer a Ricardo, mi novio. Para mí,
rciopelo y olor a café caro. Para calmar los nervios, fui al baño. Al salir, me detuve en el pasill
voz de
o rígido. No quería espiar, pero las
tono de burla que nunca había usado conmigo. "La morra es de un pi
aron en el lugar. Sentí un fr
la hiciste venir hasta
y se derrite", respondió Ricardo, y su risa fue la más fuerte de todas. "Pero ya me dio hueva. La
sentía como una piedra en mi pecho. Cada palabr
ito que alguien me haga el paro. Ve tú, güey, y despáchala. Dile que me surgió una emerge
detrás de la planta, apenas respirando. ¿Despacharme? ¿Como si
a voz nueva. Una voz más grave, más tranquila. No l
cardo. "Es solo una chava equis. Hay miles como ella. ¿O
í que ese e
nsión desde mi escondite. ¿Quién era ese tal Eduard
dar esa satisfacción. Con los dedos temblando,
mor. Estoy a una cua
. Era furia. Una furia fría y decidida. Iba a ir