Boda Rota, Amor Renacido
es, de sus amigas. Me enfoqué en el trabajo, tratando de reparar el daño que mis años de negligencia habían causado. Me reuní con los cli
cenar. "No puedes vivir encerrado en la ofic
co, uno de esos lugares a los que solía
cena, discutiendo un nue
biendo champaña. Ella llevaba un vestido caro y él un reloj que yo sabía que no podía permit
pero la reprimí. No iba
dijo Carlos, no
hó, una sonrisa maliciosa. Se levantó de su mesa y caminó ha
ose junto a nuestra mesa. "Ricardo Morales en persona. Pen
orbo de mi vino, mirán
"O es que sigues resentido por esa pequeña broma. T
sentar con tu mantenido, Sofía? O mejor dicho, e
ver que la conversación se prolongaba, se acercó. Pu
con arrogancia. Miró a Carlos y luego
s en nuestra mesa. Su cara es
ran favor. "Sofía se siente un poco mal por cómo te pusiste. Así que, para compensarte por el mal rato d
lta de vergüenza. Creía que podía ponerme un precio. Que m
o una carcajada fuerte y sonora que hizo
una lágrima de la risa. "¿Tú crees
l, mi voz bajando
puede. Ella te eligió a ti, a un bueno para nada que cree que todo se arregla con diner
a, dejando mi servil
amigo" , señalé a Carlos, "me dice la verdad aunque duela y me apoya sin pedir nada a cambio. Tu 'amigo' " , señalé a L
Este lugar de repe
s parados en medio del restaurante, con todas las miradas puestas en ellos. Por prime