Amor Muerto, Odio Vivo
ra vivir a la sombra de Sofía del Valle. Todos en Ciudad de México conocen mi historia, o al menos la versión que los Del Valle pagaron
a la cama en una bandeja de plata, con un jugo de naranja recién exprimido y una rosa blanca en un peq
i amor. Ere
scara que he perfeccionado durant
or ti,
u lujoso estudio. Normalmente, nunca entro aquí sin ella. Es su santuario, el centro de su poder. Pero me pidió qu
ón de correo nuevo. El remitente es "R". Solo hay una "R" en su vida que importa,
mis ojos hacia la pantalla. Debajo del nuevo correo, hay una cadena de mensajes
ón se siente pesado, imposible de inhalar. Mis ma
ara Ricardo. Las palabr
que su hermano murió en el accidente. La abogada, Valentina, hizo un trabajo impecable, ya eres libre. Ahora me encargaré de Elías. Lo mantendré cer
una vez. Dos
azón. En el pecho del hombre que lo atropelló. El hombre que m
e una m
e su hombro para llorar, prometiéndome justicia mientras por la espalda orquestaba la profanación más grande. Su
el agua de la ducha que se detiene
adena de correos a una dirección anónima que creé hace años, por si acaso. Borro el cor
bata de seda blanca, con el cabello húmedo y una sonrisa
ste la car
que destruyó a mi familia y me convirtió en su trofeo. Siento un hielo expandirse en mi pecho, un
fuerzo la sonrisa que
está,
me produce náuseas. Pasa una mano por mi cabello, un gesto que ante
o, Elías. ¿Te
vea el odio que arde en ellos. Finjo un suspiro tembloroso. Es un truco qu
ve un mal recuer
segundo, pero se recupera al instante
siento tanto. Sé
susurro sua
ero organizar una gran fiesta de bienvenida para él en el hotel. Será bueno para todos celebrar la vida. Necesito que diseñ
la celebración de la vida de su hermano para restregarme mi pérdida en la cara.
mponiendo una expresió
, Sofía. Lo q
ha. Cree que ha ganad
yo hago una promesa silen
lle paguen por cada uno de sus latidos. Su imperio caerá. Sus se
nida de Ricardo no
rincipio