Adiós, Ricardo: Mi Nuevo Final
cada vez más pequeñas en la distancia. No había preguntado el destino, solo compré un boleto para el siguiente autobús qu
e la huida, comenzó a filtrarse. No era un dolor agudo,
inos por mi rostro en la oscuridad del autobús. Lloré por la humillació
e abría todas las puertas. Don Manuel, su padre, un hombre de negocios implacable con una mirada que te tasaba en segundos. Doña Carmen, su madre,
n su mundo. Doña Carmen nunca lo dijo abiertamente, pero sus comentarios sutiles dejaban claro que yo no
rminado antes de que yo apareciera, su fantasma siempre estuvo presente. Doña Carmen la mencionaba co
n el que me medían, y yo
bajo es increíble". "Papá, no me importa de qué familia venga, la amo". Él era el único que parec
n medio de la tormenta para rescatar a la
, sin idea de dónde estaba. Un letrero descolorido decía "Bienvenidos a
alquilé una habitación. Me d
e mi habitación de hotel en Oaxaca
la puerta! ¡Sé
convencido al personal del hotel para que le
cajado por la ira y la preocupación. E
iste esto?", espetó, en
leto que yo pagué después de que me a
é! ¡Isabella es
os, vi los comentarios. Vi a mi propio hermano fel
resión de culpa. Se pasó las manos por el pel
las manos. Elena... ella sabe c
"La dejas porque en el fondo te encanta. Te encanta ser el héroe, el
verdad. T
rezco. Amas que no te exija nada, que te per
i amor, por favor. Volvamos a México. Hablemos
si su contacto quemar
stás di
o y tu apellido. Puedes quedarte con Elena y con la aprobación d
le había ocurrido que yo tendría la fuerza para dejar
borda por un malentendido?
celos, Ricardo? Esto es por respeto. Por el respeto que tú no me tien
do, el diamante brillando burlonament
ahora, por
desmoronándose. Y por primera vez, n