Promesa Rota, Amor Hallado
eintidós años juntos, compartiendo cama y balas. Pero esa noche, después de una misión, Sofía lo despertó con una patad
Ricky vio una ternura en los ojos de Sofía por Mateo que nunca le dedicó a él. La regla número uno d
sido para él. Veinte años de lealtad, de amor silencioso, se hicieron cenizas. Marcó un número que no usab
ella... s
eo, una sonrisa llena de devoción que le revolvió el estómago. Quiso herirla, así que se acercó: "Mateo, Sofía me c
ue destrozó a Ricky: Sofía besó a Mateo, tembló en sus brazos, una vulnerabilidad que nunca le mostró a na
NUNCA ME INTERESARÍA EN ALGUIEN COMO ÉL! ¡ES REPULSIVO!". Mateo intervino, protegiéndola, llamando a Ricky obsesivo. Ricky sintió la h
respondió, como un veneno directo al alma de Ricky: "Siempre ha sido así. Un perro faldero. Patético". En ese momento, Mateo levantó la vis
ía. Ella, al verlo, no dijo nada. "No significaba nada", admitió Sofía de la bala-amuleto. El último vestigio de amor de Ricky se extinguió. Fue des
¿Me quieres? ¿Ahora? Tu amor es muy conveniente." Sofía mintió: "Nunca me acosté con él". Ricky, asqueado, reveló que los había escuchado en el jardín. Isabella
una bofetada a Sofía: "No vuelvas a hablarle así. Ella es Isabella Mendoza. Mi prometida. Mi futura esposa. Y vale más que tú y todas tus mentiras juntas." Sofía se derrumbó: "Ricky, por
s a mí a quien amas. Ella es una loca". Bella, con inusual autoridad, enfrentó a Sofía: "Señorita Delgado, creo que ya ha dicho suficiente". Ordenó a los guardias: "Acompañen a esta mujer fuera de mi propiedad. Si se resiste
damente con un cuchillo de jardín ensangrentado. "¡Tú me lo quitaste! ¡Todo es tu culpa!", gritaba. Luego, con una sonrisa demencial: "Ricky,
os caramelos de fresa viejos: "Éramos niños. Tú llorabas porque tu hermano te quitó un juguete. Te di mis caramelos. Fue la primera vez que sentí que había hecho algo bueno. Nunca te olvidé, Ricardo. Cuando tu abuelo propuso el matrimon