Destino Escrito de Nuevo
ecir una palabra más, me levantó en brazos como si no pesara nada y me llevó a la pequeña cl
ste mucha suerte," me dijo el
ndo la venda blanca en mi brazo, c
stro era una másca
spetó, sin siquiera preguntar cómo estaba. "¡Cas
la. "¿Me estás
tan dramática! Te arrojaste frente a ese
a morir," dije, con un
n segundo, desconcert
s cerca de ella," tartamudeó, buscando una excusa. "
ecía creérselas. Antes de que pudiera responder, la
Ma
no existiera. Se acercó a mí, me ofreció una botella y se sentó en una silla a mi l
rdo, molesto por haber sido ignorado.
agua, porque vio que me costaba hacerlo con la mano herida, y m
el silencio de Mate
en casa, Sofía. Tiene
salió de la clínica, tan abr
ecedor. Bebí un largo trago de agua, el lí
le dije a Mat
ios minutos. Pensé que no volvería a hablar, y estaba bien con eso.
tonces,
e y lenta, "hubo un incendio en el granero d
gamente. Fue ha
hacia adentro antes de que nadie pudiera detenerte. Saliste con el a
imera vez desd
a salvar a otros, sin pensar en ti misma. Hoy s
taba juzgando, no me estaba llamando dramática ni i
mo si leyera mis pensamientos.
caminó haci
stá afuera. Te l
an llenas de egoísmo, se desvanecieron. Solo quedaban las de Mateo, s
mpezaba a darme cuenta de que toda mi vida había estado mirando en la dirección equivocada, amando al hombre equivocado. El hombre que me describía como
la clínica poco después. Al ver m
un tono que no admitía discusión. "Es hora de que todo Jalisco sepa que la
acto de esta obra. Pero ahora, por primera vez,