Despertar en 1987: Mi Regla
Llevaba un vestido floreado demasiado infantil para su edad y el cabello recogido en dos trenzas que pretendían darle un aire de inocencia que yo sabía que no poseía. Cu
ir la puerta, todo s
Qué bueno que lleg
recibirme. De verdad, no sé q
. A pesar de ser modesto, para ella, que venía de la nada, era un palacio. Su mirada se
on la limpieza. Mucho gusto. Ricardo me ha
or, esta humillación me había dolido profundamente. Me había sentido pequeña, insignifica
ardo, con la voz temb
mpí, manteniendo m
r comprensible. Soy Elena, la prometi
ánico y luego a una vergüenza fingida en cu
ué tonta soy! Es que... como vienes de un pueb
de ver cómo me espiaba entre los dedos
ete como en tu casa," dije
celos o un drama, se relajó visiblemente y
e Elena era muy buena y co
me miró con los ojos ll
eto no darles ninguna molestia. Ayud
e lo har
nar con el momento incómod
lena y yo lo estuvimos prepa
oviendo cajas mientras yo le da
una mirada de evaluación, de sorpresa. No entendía mi calma. En su guion, yo ya deber
sala, solo. Se acercó a mí con un
lo mucho que significa esto para mí
mascota que ha hecho un truco. Le sorprendía que yo pud
repetí mi nuevo mantra. "Por cierto, tengo que salir. Qued
eraba. Pero necesitaba salir de esa casa, dejar q
Sofía acaba
demás, seguro tu prima tiene hambre después del viaje. ¿Podrías
stro se descompuso. Él, que nunca había preparado ni un huevo frito
no sé coci
joles en la cocina. Seguro puedes hacerle un
olso y me dirigí a la puer
s tarde. ¡Que
ue era nuestro departamento. Sabía exactamente lo que pasaría. Sofía se quejaría del desorden en su cuarto, Ricardo intentaría torpemente cocinar algo y quemaría la co