Mi Odio No Desaparecerá con Muerte
ra, un ancla precaria en un mundo que ya no me pertene
tenía cuerpo para sentir cuando me abrieron el vientre para extraerla años atrás, un acto de maldad de las mismas brujas que ah
ño. Uno tras otro, la pateaban para desahogar la ir
os! ¿Por qué su hija debería seguir con vida?" gritó un hom
o la ciudad cayó, mi madre, que tenía más de setenta años, fue obligada por esa bruja a ser
os a Elena, usaremos a su hija para h
olpes y las patadas sin un solo quejido. Incluso, cuando levantó la cara, una sonrisa burlona
mente por un grito de sorpresa
ad, venga a
ver lo que había en la fosa, también empe
puesto no se parecía en nada al que yo recordaba. Solo una cosa era mía:
ola del
emente. Este era nuestro símbolo de amor. A los quince años, cuando éramos jóvenes y creíamos en los fin
l dijo que esperaba que yo pudiera guardar mil frases de amor para él en el
rdenó que mi cuerpo sin vida fuera azotado diez mil veces. En ese momento, su odio era tan profundo que pisoteó la caracola del amor varias
de repente se llevó una mano al pecho, su rostro pálid
to muy mal, quiero vo
volvió a endurecerse como una piedra. La rodeó con sus brazos, protector. Esta
antó tambaleándose, con la sa
sarcasmo. "¡Tienes miedo de que se descubra