Alma Rota, Venganza Divina
ord Azkor se quedó paralizado por un instante
cuperar la compostura, "no es lo que parec
e a Azkor. Le arrancó el diario de las manos y lo golpeó con una fuerza tan brutal que Azkor sal
or la furia. "¿Qué demonios estabas haciendo? ¿Intentando robar m
golpe de Azkor. "No," susurró Sofía, con la voz
marga y sin alegría, "la única verdad aqu
que tenía, "me has encerrado, me has humillado, me has entregado a un monstruo. Todo por ella
a Ricardo, pero su orgullo no le permitió
arece de mi vista. No quier
ignidad que le quedaba, y salió de la biblioteca, dejando a Ricardo
del palacio cuando un grupo de demonios la rodeó. Al fren
erra?" dijo Valeria, "arruinaste mi fiesta y
aron. Sofía sintió cómo sus huesos espirituales se rompían, un dolor agudo y
Valeria se acercó. Sacó una daga ornamen
" dijo Valeria, "quier
s y piernas, no para matarla, sino para incapacitarla, para que sin
sordos a su dolor. Su mundo se redujo a un infierno de su
to roto y sangrante en el suelo, apenas con un hilo
an lo que queda de ella. No desperdicien la sangre ni la carne. Hiérvanlo todo y hagan una sopa. Se la daré a Ricardo
rró a esas palabras, a esa última y monstruos