Esta Vez, Me Caso Con tío del Prometido
os y los pies atados con una cuerda áspera que me lastimaba la piel. Frente a mí, Ximena me miraba con un
qué pones
ojos estaban llenos de un
diré claramente, tú no eres la verdadera
o como Ana Fernández, la hija consentida de una de las familias más ricas de la ciudad. Ximena era la
stras madres nos inte
u voz ahora llena
s que la hija de una sirvienta. Y yo,
podía ser real, era una locur
minti
, con la vo
é dices
rcajada, una risa a
la lo dijo, así de pasada, que yo era la verdadera hija de
confesión "de pasada"? ¿Y por eso me había s
¡Eso no tiene
hando contra
! ¡Ella fue la que me rob
contorsionado por la furia. Lueg
erá a su lugar. Y para que no estorb
pocos amigos que estaban parados en la es
s. Te atarán a una piedra y te tirarán al mar. Nad
arme. Empecé a gritar, a suplicar, per
se abrió de golpe. Era Ricardo, mi prometido.
¡Ximena se volvió l
con mis pies atados. Pero Ricardo no se movió. Su ros
basta d
mo un balde d
ostró la prueba de ADN. Ella es l
echo pedazos. La traición dolía m
ú le cree
, sin pode
a fortuna de los Fernández le pertenece a e
o en el peor momento de mi vida, aliándose con mi se
e bueno y amable, que siempre me había tratado con cariño. Era conocido por su
élte
iendo hacia
ron al suelo. Aproveché la distracción para intentar escapar, arrastrándome hacia la puerta. Mateo, vien
golpeó contra una viga de metal. Todo se volvió negro. Lo último que recuerdo fue
la mansión Fernández. La luz del sol entraba por la ventana, todo estab
s muñecas, no había marcas de cuerdas. Me
a de noche. La fecha... era
a vu
anera, habí
helada. Recordé la traición de Ricardo, la crueldad de Ximena, la muerte
onfrontó, entré en pánico y traté de
le daría la
o, busqué el número e
uen
ectora de mi hermano J
cesito que vengas a casa
niña asustada. Era una mujer que había vu