La Heredera Traicionada Regresa Triunfante
o extrañaba. Dos años. Habían pasado dos años desde que me fui a San Miguel de Allende, buscando recuperarme de una enf
a fiesta de compromiso de Alejandro Solís, mi prometido de toda la vida, co
e movía con el viento frío. No era un vest
opas de champán. Era el sonido de la alta sociedad mexicana, un mundo que h
ios de mi padre, todos me lanzaban miradas fugaces y luego apartaban la vista, como
a" , dijo una
que se atrevió a acercarse.
nueva moda" , res
sus ojos estaban lle
venido, Ximena. Es
ndo un sorbo del champán hel
inó la parte superior de la escalinata. Alejandro apareció, luciendo impec
mente simple y elegante. Un diseño que yo había b
la besó. Ella sonrió, una sonrisa tan dulce y radiante que
cio. "Es tu copia. Ha pasado los últ
te, mis ojos fi
lo has con
me enviaba correos detallados. Me contó cómo Sofía, con la ayuda de su madre, mi tía, había empezado a imit
eseado. Se había ganado a los Solís, mostrándoles la devoción y la salud que a mí me faltaban. Y se había gan
s felicitaciones de todos. Alejandro la miraba con una adora
abía quitado muchas cosas, pero también me había dado una claridad aterradora. Ya no
, le dije a Camila, mi voz apenas un murmullo.
mezcla de miedo y ad
vas a h
inando mi champán, "voy