Danza de la Venganza
tuando como si nada hubiera pasado. Traía el desay
la... bueno, ya sabes cómo es. Pero estoy aquí para compensártelo. Vístete, te llev
cto. "No, gracias, Ma
a, Sofía? Deja de actuar así. T
chazando", respon
iera replicar, su teléfono sonó. Era Camila, po
hombre siguiéndome, creo que es el exnovio loco
encanto desapareció, reemplazado por una alarma genuina.
ndome hacia la puerta. "Viene
ir!", protesté, pero
una mano en el volante y la otra en el teléfono, hablando con Camil
na lluvia torrencial que acababa de desatarse. Un ho
contra un contenedor de basura. Mi cabeza se golpeó contra la ventanilla, p
ritó Mateo, sal
una mirada peligrosa. "¿Y tú quién e
enes es conmigo", dijo Mateo, pon
ucho de ti. Dice que estás loco por ella". Luego, su mirada se posó en mí, que
, luego a Camila, y luego a mí. Y en ese momento,
Camila solo es una aventura. A quien realmente amo es a Sofía.
ojos. Pero era una trampa. Mateo estaba intentando desviar la atención, usando
plazada por una ira helada. Entendí su
. ¿Así que ella es la importante?". Su atención se f
para protegerme. Se quedó paralizado, protegiendo a Camila con
aba un canal de desagüe crecido por la lluvia. P
fue a Mateo preocupado por mí. Escuché su voz, llena de pánico, gritándole
undiéndome en la oscuridad, la verdad me golpeó con una
proteger a su verdadero amor. La conciencia me abandonó, con el sonid