Venganza De La Diseñadora
, almas de guerreros que regresaban a la tierra, y para
to en el salón más exclusivo de la ciudad, fue idea de Ricardo, su esposo, él dec
te gracias a sus diseños y a su trabajo incansable, pero Ricardo e
esto, de seda negra que caía hasta el suelo, sentía el peso del colibrí
ándose la corbata con una sonri
mi amor, como siempre,
staló en su pecho, últimamente, las sonrisas de R
o, tú también e
Sofía saludaba a los invitados, a los clientes, a los proveedores, siempre con una
ría paso entre la gente con una copa en la mano, sus movimientos er
envidia mal disimulada, siempre intentando minimizar sus log
xito!", exclamó Valeria
to olía
bajo de todos", respondió So
co, tropezó, el contenido de su copa se derramó s
se aferró a la solapa de Sofí
n crujido se
a, el aire se le es
suelo, partido en dos, una de su
r, la música pareció detenerse, t
on la mano, sus ojos se abr
to tanto, Sofía! ¡Fue un
ugaz de triunfo en su mira
, y recogió los pedazos rotos de su herencia, elmente, su rostro era una
bien,
su tono cambió, se v
s, fue un accidente, cua
sollozos teatrales que atr
í, rompí su broch
el colibrí en la palma de su mano, su voz
un acc
dejó de llorar por un segundo, so
e inmediato, ponién
hagas una escena, Vale
, incrédula. "Acaba de destru
papel de víctima, se afe
ejo, Sofía, te compraré uno nuervió, el insulto fue
ue dices, no tienes ide
brazo, su agarre e
, estás avergonz
ó el golpe final, su voz
que venden en los mercados de pueblo, de dond
o el recuerdo de su madre, sino que se había burlado de
endiera, que pusiera a esa mujer en su lugar, pero Ricardo no hizo n
ual que el broche de plata, la confianza, el amor c
los ojos, pero se negó a llor
endo el metal clavarse en su piel, el dolor físi
a, pequeña pero intensa, una sem
atrás la fiesta, a su esposo y a la
a se formaba en su mente, clara
que era suyo,
l de la empresa, el 51% de sus acciones, porque Ricardo le había dicho que estaban al
había sido
su futuro, por un amor qu
sola, humilla
sintió otra cosa, la fuerza de su madre, el orgu
sin nada, se t
ería su