MAS QUE UN MATRIMONIO POR CONTRATO CON EL CEO
shb
ras disfrutaba de un café caliente. Fue entonces cuando notó a un chico
la mesa vacía al lado de él. No pudo evitar notar lo gua
completamente absorto en su trabajo, escribiendo rápida
servar su intensidad, finalme
estudiando para los e
do si hablar con ella valía la pena. Finalmente, asintió: -Charles. Sí,
rias clases en común. Finalmente, un día, tomó el valor y lo invitó a salir a tomar un café después de la
vada, Charles se mostraba amab
.
imera vez que conoció a Charles. Pensando en esto, se de
de la madrugada, Char
mbro. También tenía las mangas arremangadas y los primeros tres botones de su camisa de vesti
ia donde estaba. Ya se había olvidado de cuánto tie
maneció en silencio y sol
tu pastel de chocolate favorito en la panadería de al lado. ¿Quieres q
y can
lo entendió. Debía estar cansa
z podamos comerlos c
frase, él ya había pasado a su
e y se sintió un poco avergonzada.
rada para una cena romántica que nunca iba a ocurrir, se dio cuenta d
ión. Aunque vivía bajo el mismo techo que Charles, no eran más que extraños. Su conexión
ó el nudo que tenía en la garganta y colocó toda la comida en el refrigerador. Esc
tenía má
. Pasó por su oficina y vio que
allí -murmuró con nostalgia. Parecía
todavía quería levantarse temprano
e sorprendió al ver a Char
ó. -¡Buenos
odavía Mia se sintió feliz porq
ntaron a la mesa, pero frunció el ceño al ver que la comida en la m
ras se concentraba en comer. Quería extender su mano
ero se sentía muy feliz de ver a
-preguntó, su vo
ró su cuchara. -S
llevarse la papilla a la boca, Charles dej
del brazo. -Hoy voy a ir a ver a mi mamá al hos
dos. Tengo un viaje de negocios. Regresaré en dos meses para ese enton
y asintió entendiendo el s